El príncipe (Pensamiento Ilustrado)

¿Y si el verdadero receptor de esta obra no fuera un supuesto próximo Príncipe? ¿Y si en realidad, Maquiavelo, quería mostrar al pueblo como en realidad los estaban gobernando desde arriba?
El Príncipe, creo que es un texto que se puede interpretar de muchas maneras y de diferentes puntos de vista. Lo que en realidad, eran unas pautas para poder llegar a ser un buen príncipe y saber gobernar para ganarse el favor de Lorenzo de Médici durante su reclusión, pueden ser leídas por todo el pueblo, pero girando el significado principal.
En ellas vemos ejemplos claros de gobernantes de su tiempo actual, anteriores pero conocidos por el propio Maquiavelo, o muy lejanos, tan lejanos que podrían ser solo meras suposiciones o lo que llegaba del boca a boca de su tiempo. Ejemplos claros y simples que te hacen ver mejor las situaciones que te está presentando. Creo que en este análisis de la política, como lo llamaríamos ahora, no solo enseña a un príncipe lo que es bueno o malo para él, a lo que debería aferrarse y lo que evitar, si no, que además, enseña al pueblo como realmente los han o están gobernando.
Esta obra, se puede leer perfectamente en un día, pero la verdad, es que se debe leer lentamente. Empaparse de su esencia y comprenderlo todo. Es un texto claro y simple, como el mismísimo Maquiavelo nos informa al comenzar, pero que en realidad, cuenta más de lo que realmente se puede ver. A veces, puede parecer repetitivo, pero quiero pensar que el autor lo hace para recalcar las cosas importantes y que te fijes más en el mensaje que quiere darnos realmente, o el que quería darle a Lorenzo de Médici. Remarca mucho que un príncipe debe tener el favor del pueblo, ya que este, podría ser su final. Pero también se podría releer como, que el pueblo unido, puede derrocarlo a él.

También, quiero remarcar, que esta edición de pensamiento ilustrado me ha enamorado por completo. Desde su tinta azul y las ilustraciones en azul y naranja siguiendo la estética de la portada. Me han gustado mucho las ilustraciones y notas del autor. Hacen que leer El Príncipe, sea aun más, una grata experiencia.