Déjame.

Bruno Mars se lamentaba en «When I was your man» de no haberle dado todo a aquella que amaba. Así, hasta que ella, fuerte y buena, le abandonó. Y, aunque reconoce sus errores y le desea lo mejor con quien ahora comparte su existencia, de fondo continúa el dolor de saber que, realmente, está bailando con otro. Y ya no sufre por él.

Cuando leo Déjame (RBA, 2004), única obra de la francesa Marcelle Sauvageot publicada un año antes de su muerte (1900-1934), siento que el destinatario de estas misivas debería haber terminado escribiendo algo así. Debería haberse roto en los pedazos que produjo su egoísmo y que vamos percibiendo a través de las cartas de ella. Estas van más allá de la traición y, desde el sanatorio en el que su vida se escapa, reflexiona sobre la naturaleza humana, el amor, el desamparo del que no es correspondido y, también, acerca del abandono.

A pesar del inmenso dolor, que transmite con sinceridad y crudeza en menos de cien páginas, trata de hacerle ver a aquel que se fue con otra, con la que ya planea casarse, cuál es el desgarro que esto ha provocado. Pero, también que, aunque enferma y tocada, ella no será una mujer hundida porque puede, y debe, continuar su vida. Incluso sin él.

Miley Cyrus, con su voz rasgada, se lo confirma: «Yeah, I can love me better than you can». Y yo pienso que es realmente una gran, gran verdad. Un aviso a navegantes. Un mensaje en una botella. La certeza de que nuestra mejor compañera estará dentro de nosotras hasta el final.
Enlace: https://www.instagram.com/mi..