Amar en paralelo

Hace unos meses conocí esta novela cuando salió publicada aunque no era de lo que más me atraía dentro del catálogo de la editorial. de hecho, sólo me animé a leerla porque vi que Los mundos de Blue organizaba una lectura conjunta (que podéis seguir por Twitter con el hashtag #LCamarenparalelo) y en realidad sentía curiosidad porque es de los pocos autores que tiene editados Escarlata Ediciones. Apenas me ha durado unos días y leyendo a ratos entre otras lecturas, porque más bien es una novela corta. Personalmente, me ha entretenido pero no me ha gustado, y esta vez ni siquiera puedo culpar a las expectativas porque no iba con ninguna idea preconcebida sobre esta novela, ya que ni siquiera había leído la sinopsis.
La trama que nos presenta tiene algo que llama la atención y que invita a seguir leyendo página tras página desde que empieza porque el protagonista, John, es un chico que acaba de descubrir que a su queridísimo profesor de la universidad, con quien tan buenos momentos pasaba gracias a una relación casi paternofilial con enseñanzas que iban más allá de lo académico, le queda muy poco debido a la enfermedad degenerativa que padece. Se siente culpable porque han pasado muchos años sin haber mantenido el contacto y ahora ve cómo el tiempo se les agota. Además, en uno de sus últimos momentos de lucidez, el profesor le hace una confesión: su madre no es la persona que siempre ha creído. ¡Boom! Y el abuelete se queda más ancho que largo dejando al pobre chico haciendo sus pesquisas para averiguar por qué su madre tenía una falsa identidad y qué relación guardaba realmente con los acontecimientos ocurridos en un yate décadas atrás cuando uno de los jóvenes ricachones que viajaban a bordo murió asesinado.
Hasta aquí todo muy bien porque el estilo sencillo y directo del autor es efectivo para enganchar, con capítulos cortos para que no cueste nada leer uno detrás de otro y con una premisa para la historia que atrae por sí sola por el misterio que envuelve: un asesinato en un yate de lujo, varios jóvenes de juerga y alcoholizados e inocentes que sufren injustamente. La trama lo tiene todo para ser una historia impactante. Además, la dinámica mentor/pupilo que se establece desde el principio a través de las conversaciones a modo de recuerdo entre el profesor y el protagonista, también nos ofrece lecciones de vida y reflexiones que mantienen el interés durante la mayor parte de la novela, intercalando la acción de la investigación junto con estos flashbacks de los tiempos de John en la universidad donde, como añadido, tenemos una bonita historia del primer amor estudiantil inacabada.
Sin embargo, algo falla estrepitosamente. No sólo en conjunto sino también a nivel de detalle. Para empezar, hay bastantes incoherencias a lo largo de las escenas, como por ejemplo, (posible spoiler→) en un momento dado hay un accidente de coche y un testigo informa a John de que el coche está vacío porque los sanitarios ya se han llevado “el cuerpo”. ¿Qué cuerpo? Si no hay ha habido víctimas mortales… (←fin del posible spoiler) O la más evidente, la muerte que precipita todos los hechos y que (spoiler→) luego resulta no ser una muerte, sin que recibamos más explicaciones de cómo se ha llevado a cabo ese engaño en una residencia de ancianos (←fin de spoiler). Es decir, demasiadas licencias durante la trama que ni tienen sentido ni sirven para nada más que para despistar al lector, una especie de plot twists forzados para causar impacto pero que a mí sólo me han provocado confusión.
A la hora de llevar a cabo una novela de estas características (con misterio, pistas, sospechosos e investigación de por medio) hay que tener en cuenta que el lector está deseando leer por entretenimiento, pero también, y sobre todo, para descubrir “el final”. Hay que tener todo muy claro y todo debe conducir a ese final de forma que tenga sentido, que quede justificado (ya no pido que quede todo atado y sin flecos) y que no sea simplemente un conejo en la chistera del escritor para que quien lea no tenga ojos para nada más. En este caso, el final simplemente no tiene fundamento con todo lo que se nos ha estado contando. No he entendido ni el por qué lo hace ni el cómo lo hace, ni tampoco para qué se toma tantas molestias porque no sé muy bien qué relación une lo que pasa al final con lo que pasa hace años. Es complicado explicarse sin contar nada relevante pero la idea que se me queda al terminar la novela es “Bueno, y todo esto, “¿para qué?” La resolución es precipitada y poco justificada. de hecho, es que me he quedado como pensando que era una broma o que alguien estaba actuando y que la verdadera resolución estaría unas páginas más adelante. Pero no, así que he tenido la sensación de haber sido tan engañada como el protagonista pero peor, porque la explicación no tiene ningún sentido.
Por otra parte, la primera vez que vi esta novela, tenía entendido que era un thriller romántico (bueno, y el título también da una pista) y es verdad que hay relaciones, pero de romance más bien poco. de hecho, hay escenas de sexo que me han parecido metidas con calzador y que de no ser por ellas, la novela tendría algunas páginas menos. Y en cuanto a la historia de amor central tiene su interés porque forma parte de la investigación pero no porque ambos personajes funcionen como pareja: demasiado sentimiento para lo poco que han interactuado. Ni siquiera he entendido el título aunque intuyo que tiene que ver con la teoría de los dos compartimentos del corazón con respecto a enamorarse, pero al terminar de leer no tengo ni idea de lo que quiere decir esta teoría tan repetida a lo largo de la novela. Sé que todo tiene relación con el final que os he comentado, pero como tampoco lo he entendido, en general mi sensación es de no haberme enterado de nada de lo que ha querido transmitir el autor.
Resumiendo un poco todo lo anterior, Amar en paralelo es una novela entretenida y rápida que se queda muy corta para cualquier aficionad@ a la novela negra. Tampoco cumple con las expectativas en lo que concierne a la parte romántica así que al final lo que tenemos es un misterio durante unos días porque tiene muy pocas páginas (quizás demasiado pocas) con una resolución poco convincente y muchas preguntas en el aire que siempre necesitan respuesta en un thriller (quién, cómo y por qué). En cambio, dado que aún así ha conseguido que quisiera leerla hasta el final, creo que Manuel Cruzado sí que me ha logrado gustar gracias a su prosa y a la forma que tiene de narrar los hechos, así que supongo me gustaría volver a probar con alguna otra de sus historias porque hasta llegar a los últimos capítulos, la novela se mantenía bastante bien sólo por cómo está escrita.
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Este bien pero es mega raro jeje hay cosas que no he llegado a entender