El retratista de los niños muertos

Hola a todas y a todos, he de decir que “El retratista de los niños muertos, en los tiempos del porvenir” me ha emocionado de principio a fin, el autor lo ha conseguido gracias a una pluma que cuida al detalle cada frase, cada escena, cada personaje, ha iluminado la realidad y muchas veces la trasciende encontrando verdad y humanidad en un mundo fabricado que a veces me ha llevado a no ser capaz de distinguir la realidad de la ficción, tanto que he realizado distintas búsquedas por el mundo digital por si encontraba información sobre las historias relatadas en la novela, un talento arrollador.
La estructura me ha parecido muy bien cimentada y equilibrada en sus tramas, y aunque no es lineal no deja ni un hilo suelto.
El autor ha conseguido hacerme pensar, sentir, reír, llorar, ha conseguido cortar la piel de la que estoy recubierta introduciéndose en mi, al llegar a la ultima pagina he tenido muchas sensaciones, me he sentido viva, fresca e ilusionada.
La novela narra una historia épica de dos mujeres antagónicas con personalidades arrolladoras que luchan por encontrar su porvenir, Davinia y Che, anclada en un asentamiento chabolista llamado Villalatas de una ciudad que no se nombra.
Fue un duro golpe acércame a las ultimas paginas y comprobar que el placer de su lectura se terminaba, sentí mucha nostalgia y me dejo con ganas de más.
Los personajes te envuelven, tanto los principales como los secundarios te involucran hasta que te vuelves parte de ellos, cada uno de ellos tiene un personaje complementario y al mismo tiempo antagónico.
Y que decir del final, llegue al final con el aliento contenido y la sorpresa de un giro argumental sublime e inesperado.
Un retratista de los niños muertos y un relato impresionista de la feminidad en oposición a lo masculino.