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Sólo reseño "Fiesta en el jardín" porque las demás narraciones las tengo en inglés. Leer a Mansfield siempre es una experiencia agradable y a veces hasta resulta sorprendente, sobre todo cuando uno cree que ya conoce sus formas y resoluciones en los cuentos. Eso me pasó con este relato, que empieza mostrando una escena particular para terminar con un toque de amargura. Fiesta en el jardín cuenta precisamente eso: una familia, los Sheridan, está organizando una reunión en el jardín, con invitados y orquesta en vivo. Las hijas van y vienen ordenando y cuidando los detalles, sobre todo Laura, quien es la más laboriosa del grupo. Me abstengo de reponer mucho argumento por la brevedad del cuento. La gracia está en ver cómo aquello que parece ser una simple descripción de las tareas previas a una celebración se convierte en un espacio para la reflexión. En un momento creí que todo quedaría así, en la superficialidad (como lo temía en La señora Dalloway, de Virginia Woolf), pero después la narración nos invita a otra experiencia, a otra clase de acontecimiento. Y es ahí donde se puede apreciar la sutileza de Mansfield para introducir matices en los relatos y hasta para darles una vuelta más a los personajes, que tienen muy poco tiempo (hago una equiparación con la extensión del cuento) para desarrollarse y están atrapados por las convenciones. Lo único que no me gustó es el final, y con “final” me refiero a las últimas líneas. Condensan todo muy bien, pero esperaba un poco más. Por lo general, los finales de Mansfield suelen ser así, pero en cierto punto me causan desesperación porque me generan expectativa. Y tal vez otro de mis problemas tenga relación con la pasividad de ciertos personajes. A pesar de todo esto, Fiesta en el jardín fue una linda lectura, rápida y sin complicaciones, ya que la narración es clara. Mi recomendación es absolutamente subjetiva porque me gusta mucho esta autora, así que están avisados. |
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