La muerte en Venecia

“Y deseaba ardientemente llegar a viejo, pues siempre había creído que sólo es verdaderamente grande y realmente digno de estima el artista a quien el Destino ha concedido el privilegio de crear sus obras en todas las etapas de la vida humana” ~ La muerte en Venecia de Thomas Mann.

Un narrador omnisciente nos cuenta la historia de un escritor que se refugia en Venecia para descansar y alejarse de la ansiedad que le perturba. Allí se aloja en un hotel donde conoce a un joven polaco, Tazio, de quien queda prendado por su belleza de manera que vive condicionado por observar al joven con quien no media ni palabra.

Cinco capítulos. Cinco. Y con los dos primeros sentí que iba a ser una historia interminable. El primero tuve que leerlo tres veces, tres!!, para saber qué me quería decir. No pillaba el estilo de la narración y me sobraban dos frases de cada tres. Además, el exceso de adjetivos no es danto de mi devoción y Thomas Mann ha insistido bastante. Para muestra un botón: “el bizantino pórtico del cementerio, se erguía silencioso, brillando al resplandor del día expirante”. Pues eso.

Pero llegamos al capítulo 3 y la cosa comienza a mejorar hasta un final que me ha gustado bastante. No será mi libro favorito de este autor porque no sé si tendré ganas de leer más pero, vamos, que al final no ha sido tan duro como preveía en esos “tortuosos comienzos”.

Lo que sí nos ha dado es para debate. Yo he visto a un hombre fustigado por el paso del tiempo, con miedo a envejecer y además a hacerlo mal; un hombre absorto por la belleza de la juventud pero también con su visión de superioridad al saber que es etérea y que desaparece antes de que tiempo a ser conscientes de ella.

Os dejo más frases que me han llamado la atención de esta historia:

“casi todas las cosas grandes que existen son grandes porque se han creado contra algo, a pesar de algo”

“El arte significaba, para quien lo vive, una vida enaltecida”

“La dicha del escritor es su posibilidad de transformar la idea enteramente en sentimiento; el sentimiento, totalmente en idea”