Hennin Mankell nunca defrauda, parco en palabras y con descripciones cortas de adjetivos, consigue transmitir el frío de su tierra y el distanciamiento emocional de sus habitantes. Es una novela muy corta, una pequeña investigación muy bien llevada que no deja con sensación de poco. Como sorpresa, en la versión que yo he leído (no sé si irá en todas) se incluye un postfacio (así lo llama Mankell) que es como una entrevista al autor en la que habla de su personaje, de como lo ideó y de cómo ha ido adquiriendo identidad propia a pesar de ser un poco él mismo. Me ha gustado mucho. |