El reino de los malditos

El diablo exigía retribución. Un sacrificio de sangre por el poder que le había sido robado.

Era extraño que nos llamaran malvadas cuando eran ellos los que disfrutaban viéndonos arder.

No eres de nadie más que de ti misma. No lo olvides nunca.

-[…] No eres de nadie más que de ti misma, muchacha. No lo olvides nunca.

La vida a menudo reparte cartas que no has elegido. Lo que cuenta es que las conviertas en una ventaja

Las palabras se convertían en armas a menudo, pero solo tenían poder si hacía caso de ellas en lugar de confiar en mí misma.

La vida a menudo reparte cartas que no has elegido, lo que cuenta es que las conviertas en una ventaja.

Se puede ganar mucho leyendo el silencio.

La base de mi mundo es un principio muy simple: creo que soy poderoso, por lo tanto, lo soy. Si estoy convencido de mis capacidades, los demás captarán mi confianza. Hará que se detengan, aunque solo sea por un segundo, mientras reevaluan una amenaza en potencia. Cualquier ventaja que puedas proporcionarte a tí misma será útil para tratar con mis hermanos. Su lema siempre será "conoce a tu enemigo". Pónselo difícil.

One day you'll call me Death. For now, Wrath will do.