A la caza del diablo

En este último libro acompañaremos a Audrey Rose en sus andanzas por Estados Unidos en la época victoriana, persiguiendo a un asesino conocido como el Diablo de la ciudad blanca.

No entraré en muchos detalles sobre la trama para no hacer spoilers de los libros anteriores, pero os diré que esta última aventura me ha parecido el broche perfecto para la saga.

Esta vez vemos más entremezcladas la trama de investigación con las emociones y sentimientos de Audrey y eso convierte este libro en un sin vivir que te atrapa. Me he bebido esta historia porque, literalmente, necesitaba saber qué iba a pasar. Ha sido el típico "solo otro capítulo más" que se convirtió en devorar el libro.

Como siempre, me ha encantado Audrey Rose y en cada uno de los libros se nota la evolución en ella, cómo cada caso que ha resuelto le ha hecho crecer como persona y aclarar sus ideas.

Aunque debo decir que en este libro he adorado especialmente a su abuela, que me ha parecido maravillosa.

En cuanto a la trama de investigación, la he disfrutado muchísimo a pesar de que descubrí quién era el asesino antes de llegar al final.

Otra cosa a destacar es el relato que se incluye al final del libro, que nos adentra en los pensamientos y emociones de otro de los personajes y que me ha encantado. Me ha gustado mucho ver un suceso del tercer libro desde el punto de vista de este personaje.

En general, un cierre perfecto para una saga que he disfrutado de principio a fin, que incluye intriga, investigación, técnicas forenses detalladas (esto conviene saberlo si sois sensibles con este tema, la autora describe con detalle estas técnicas y la anatomía humana) y un desarrollo de personajes muy bien llevado, en el que todos evolucionan en mayor o menos medida, especialmente Audrey Rose.