A la caza de Jack El Destripador

La verdad es que esta es una historia que tenía muchas ganas de leer ya que había visto muchas películas relacionadas con Jack el Destripador y hay tanto misterio sobre estos crímenes que realmente cualquier conjetura que se haga sobre su identidad puede encajar.

El libro está narrado completamente desde el POV de Audrey Rose, aunque me gustó como ella va atando cabos, y empieza a ver algunas conexiones entre su familia y algunos de los crímenes, me hubiera gustado que se hubieran vistos más posibles sospechosos ya que hacia la mitad ya intuyes la identidad del asesino, pero me gustó el final ya que a pesar de conocer la identidad no sabes cuál es el objetivo del asesino con todos estos asesinatos.

Los personajes protagonistas me han gustado mucho. Ese tira y afloja que se traen desde el primer momento en que se conocen y ese afán de ambos que quedar por encima del otro, ha hecho que disfrutase mucho de las escenas que compartían, aunque debo reconocer que he sentido predilección por Thomas, esa forma que tiene de analizar los hechos y realizar conjeturas (normalmente todas ciertas) me ha recordado mucho a Sherlock, que es un personaje que a mí me encanta.

Se nota que Kerri ha estudiado bastante a fondo la medicina forense para esta serie de libros, ya que da muchos datos y es bastante minuciosa en la descripción de las autopsias. También se ha mantenido bastante fiel a los hechos probados que hay sobre Jack el Destripador, aunque como bien explica en sus notas se tuvo que tomar algunas licencias en las fechas para que todo encajara en la historia, pero la verdad es que cuando lo lees no es perceptible esas licencias y consigue que todo funcione muy bien.

Estoy deseando conocer el resto de la serie y leer que les depara a Audrey Rose y Thomas en Rumania.
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