A la caza de Jack El Destripador

A la caza de Jack el destripador nos lleva hasta Londres de 1888 donde conocemos a Lady Audrey Rose Wadsworth de diecisiete años. Ella vive entre privilegios y riquezas rodeada de tardes de té, vestidos, cotilleos y bailes pero tras esto ella oculta su verdadera pasión nada bien vista en la época en que vive. La medicina forense. Con la ayuda de su tío, el forense Jonathan Wadsworth, pasa su tiempo libre aprendiendo las técnicas de esta profesión en el laboratorio forense de este junto al otro aprendiz, Thomas Creswell.

En la ciudad se están dando una serie de horribles asesinatos a mujeres y todas las pistas apuntan no muy lejos del entorno de Audrey Rose por lo que se verá envuelta en la investigación. ¿Quién está asesinando en las calles de Whitechapel?

Estructurado en 345 páginas divididas en 30 capítulos más o menos cortos y junto a una edición muy bien cuidada donde fotografías sobre lugares de la época como algunas de las prácticas forenses acompañan a una trama totalmente intrigante y adictiva donde nos hará sospechar que nada ni nadie es lo que parece.

La pluma de Kerri Maniscalco es algo que me ha gustado un montón. Una narración impecable, fluida y que no escatima en detalles por más macabros que estos sean. Se nota el trabajazo de investigación para transportarnos a ese Londres sangriento y aterrorizado de finales del siglo XIX junto a una estupenda crítica sobre la posición de la mujer en aquella época a través de una protagonista adelantada a su época, fuerte y con las ideas claras que no se deja menospreciar ni amedrentar por nada ni nadie. Una de esas protagonistas que siempre es una delicia encontrarse entre cualquier lectura.

En cuanto al resto de los personajes, no son realmente muchos los que componen este elenco pero cada uno tiene y cumple con su función dentro de la trama. El tío de Audrey Rose, Jonathan Wadswort ha sido uno de los que más me han gustado por su excentricidad y gracias a la cual nuestra protagonista es capaz de cumplir su verdadero sueño pero sin duda el que se lleva el primer puesto es Thomas Creswell. Considero que la autora no ha podido crear un compañero de aventuras tan ideal para Audrey Rose y es que esos tira y afloja entre ambos me han dado la vida durante toda la lectura. Con sus más y sus menos pero se nota la complicidad que hay entre ambos y que, dejando de lado esos sentimientos que poco a poco se están cocinando entre ellos, no deja de haber una preciosa y leal amistad.

En cuanto al final me gustó, todo queda más o menos cerrado aunque sí me que me hubiera gustado que la autora se explayara algo más y nos explicara el por qué de algunas incógnitas que quedan más o menos en el aire porque, aunque si es cierto que nos volveremos a encontrar con Audrey Rose y Thomas en los siguientes libros e iremos viendo como evoluciona su relación también es verdad que la trama principal de cada libro será distinta, hay ciertos detalles que hubiera estado bien que quedaran explicados para terminar de redondear una trama perfecta.

Otra cosa a destacar y que me ha parecido muy interesante ha sido la nota de la autora al final del libro donde nos explica tanto los hechos reales contra los que han sido adaptados para escribir la novela.


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