Existieron, y siguen existiendo, mujeres que buceaban a pleno pulmón para pescar lapas en las profundidades del océano. Acompañadas por su cesta en la superficie o por su tomae que esperaba estoicamente en la barca esos tirones de cuerda que indicaban que debía sacar a la buceadora a la superficie. Ellas son las amas y su oficio tiene más de 3.000 años de tradición en las islas de Japón. A Nagisa no le dejaron nunca elegir, así que se ve arrastrada desde Tokio hasta la isla de Hegura para convivir con sus tíos y aprender el oficio de Ama. Su madre fue ama, y su tía sigue siéndolo. Ahora, Nagisa tiene que ganarse su hueco en la isla, aprender desde cero, aunque a veces el pasado y su origen tokiota se lo pongan algo difícil. Gracias a esta novela gráfica conoceremos todo lo que conlleva este oficio y a las mujeres con la piel curtida por el salitre y el sol que lo desempeñan: cómo aprenden, qué tradiciones acogen, cómo vive la isla… pero también lo que oculta. ¿No son las amas mujeres libres e independientes gracias a su esfuerzo y a la manera de ganarse la vida? Pero siempre hay algo… aquí es donde la perspectiva feminista entre en juego. “Todo cambia. Y nada cambia” Es por eso que Nagisa, con sus ideas claras, decide manejar el rumbo de su vida y actuar en consecuencia… Es una novela gráfica corta, pero que condensa muy bien todo lo que rodea a las amas. También trata temas como los vínculos familiares, el perdón o el rencor y la tradición frente al cambio. Toda la novela es en tonos blancos y azulados para guardar esa relación con el mar. Es perfecta para conocer este oficio que existe desde hace tantísimo, cargado de un valor cultural enorme y que muchas personas desconocíamos. + Leer más |