Asesino de brujas: La bruja blanca

Al principio me ha costado bastante engancharme a la historia, pero una vez que lo he conseguido no podía parar de leer. Es una historia contada a dos voces, las de Lou y Reid, los protagonistas.

Nos encontramos en una época en la que las mujeres son perseguidas y quemadas en la hoguera por brujería. Ver a una mujer sola ya de por sí es algo extraño, que llama la atención de la sociedad y, sobre todo, de los cazadores de brujas.

En esta sociedad machista en la que las mujeres no valen nada, nos encontramos con Lou, una bruja fuerte y valiente, adelantada a su tiempo. No necesita a ningún hombre que la proteja ni permite que nadie que le dé órdenes. Durante toda la historia me he reído muchísimo con ella.

Un punto fuerte del libro sin duda es la construcción de los personajes. La evolución de Reid a lo largo del libro es brutal, su paso de la rectitud total a la empatía y comprensión de aquello que odiaba.

Ansel es un personaje súper dulce y que me ha encantado, cómo defendía a Lou casi desde el principio, cómo sin palabras entendía perfectamente lo que estaba pasando y, a pesar de entrenarse para ser cazador de brujas, pudo ver más allá de eso y plantearse la naturaleza de sus creencias.

Coco, otro personaje que me ha cautivado, otra mujer fuerte, inteligente, que protege a su amiga por encima de todo, incluso de su propia vida. Es absolutamente increíble y quiero seguir conociéndola.
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