Rey de reyes

Confluencia de factores
Tras la muerte de la reina Isabel, el reino de Talaso queda conmocionado. Pablo el Justo, su soberano, no tendrá consuelo, pero su pueblo lo necesita. El día del funeral de la reina un complot se desencadena, provocando que los reinos de Notiglione, Mansui y Trástara tomen posiciones e inicien una guerra que devolverá al rey a primera línea de batalla.
Nos cuenta la obra la historia de un reino, desde sus cuitas internas hasta las relaciones con otros reinos fronterizos a lo largo de varios años. Dentro de este movimiento en macro, marcado por un gran conflicto entre los reinos de Mansui, Telaso y Trátara, y promovido por personajes de cada corte, que nos ofrecerán los motivos políticos y económicos del reino; tenemos también las historia de los héroes individuales que participan en mayor o menor medida, pero que son reflejo de los diferentes estratos sociales e intereses: un capitán del ejército, una mujer empresaria, un monje que se pasa a las armas, un huérfano que busca sus sitio en el mundo etc.
A esta división en lo que podríamos llamar macro y micro, podemos añadir, además, las tres líneas de narración que se van desarrollando y mutando en las obras: la historia de los reyes, focalizada sobre todo en la soberanía de Talaso; la historia de los aldeanos, focalizada sobre todo en el personaje de Lucas y el pueblo de las cavernas; y la historia de una osa y sus oseznos, que nos dará la clave para la resolución de la historia.
De personas y personajes
Una de las cosas que caracteriza a la obra, bajo mi punto de vista, es que podemos ver cómo todos los personajes tienen una doble cara o función: podremos ver cómo son como personas, sus inquietudes, intereses más profundos, sus pasiones…; pero, además, podremos ver cómo es su personaje en la sociedad en la que viven: no es lo mismo actuar como reina que como madre; como ahijado que como hijo, etc.
Esta doble dimensión enriquece mucho la obra, ya que el lector entiende de manera más profunda el desarrollo tanto narrativo como de personaje y puede empatizar, en mayor o menor medida, claro, con lo que sucede en la obra.
Además, lo bueno que también nos muestra la obra son los cambios de escenario que favorecen tanto que la trama avance de manera continuada, que no sea estática, sino que además sea una acción global de todas las tierras y reinos; pero es que, además, facilita, al plantear diferentes situaciones a los personajes, que estos muestren todas sus facetas. de este modo, no encontramos malos o buenos al cien por cien, ya que depende de la situación hay matices, los personajes cambian.
Una exposición profunda
Sin embargo, lo primero que llama la atención de la obra es el estilo de la narración, un registro elevado, culto, que no lleva a nuestra idea de vocabulario y formalismos de la antigüedad. En este sentido, la autora lo tiene muy logrado, ya que, además, de ese vocabulario de la corte, podemos encontrar el estilo del pueblo llano muy bien formulado. Así, Tamara va adaptando el registro al personaje sobre el que está narrando en cada capítulo y a través de él podemos ver el progreso del personaje también.
Por otro lado, las descripciones de la obra, cabe decir, son abundantes, pero no son muy coloristas. En mi caso, que suelen cansarme bastante, no he tenido ese sentimiento de fatiga, ya que lo que describe es necesario para la ambientación, que cabe decir es muy completa. Sobre esta última idea, también hay que reconocer que la autora ha hecho un trabajo de documentación bastante abundante y profundo para que, siendo una ficción histórica, la obra tuviera una gran verosimilitud.
Sin embargo, en cuanto a la forma sí que tengo un pero, los cambios de escena no están marcados o no lo suficiente, no hay doble espacio ni marca gráfica. de esta manera, hay escenas que terminan en diálogo y cuando la siguiente empieza también con diálogo puede parecer que las intervenciones pertenecen al mismo.
Longitud y calidad
Una vez que hemos leído la obra, la recomendación se hace fácil. Es una narración redonda en cuanto a la ambientación y los personajes. Es verdad que la longitud puede asustar un poco al principio, pero se lee con cierta agilidad y fluidez. Sin embargo, en mi caso sí que tengo un pequeño pero que ponerle que es el final.
No hare spoiler, pero es cierto que la idea de rey de reyes me parece que se saca de una manera un poco peregrina y que al final no era del todo necesaria esa trama. Preciosa en su desarrollo, pero me ha dejado insatisfecha en su final.
Más allá de eso, lo dicho, completamente recomendada. Es una historia épica con todos los elementos que nos gustan: intrigas políticas, intereses individuales, al fin y al cabo, seres humanos peleando por lo suyo. Espero que os animéis con ella.

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