La puerta

Leo ‘La puerta' y solo pienso: ¿cómo es posible esta obra sea prácticamente desconocida si es una joya?

Magda Szabo nos adentra en una historia donde ella misma es la narradora, jugando a no dejar claro cuanto hay de realidad y cuanto de ficción. Una pluma sumamente bella, acompaña una trama de enorme intensidad emocional, pero que se lee con la mayor de las facilidades. Una novela que, aún tratando de amistad, tiene un aura oscura y es muy introspectiva e inquietante, nunca sabes por donde va a ir.

Ambientada en la Hungría de los 60, explora la relación de Magda con Emerenc, su octogenaria ama de llaves. Una amistad entre una escritora de una buena posición social, religiosa y culta, y está mujer anciana, imprevisible y voluble, mística, sin educación normativa y valores muy distintos. ¡Un tándem increíble!

Emerec no deja a nadie entrar en su casa, allí hay una puerta que nunca abre. ¿Qué hay detrás? ¿Por qué mantiene a todo el mundo fuera? Fuera, de su casa y de sus sentimientos. La obra, una oda a Emerenc, a su vida y sus actos. A su misterio y su legado. Es también una bellísima historia de amistad que te romperá.

Emerenc es uno de esos personajes que recordaré para siempre. Llena de fuerza y matices, una mujer con un pasado misterioso y un presente lleno de secretos, que te mantendrá en vilo hasta el final. Es además el pilar y el sol de su comunidad, sostiene y alumbra, pero no es ninguna santa. Ella tiene una visión propia del mundo y se rige solo ante sus normas, lo que genera muchas alegrías al lector y no tanto a quienes la rodean. A través de Emerec, conocemos un crisol de relaciones humanas y sufrimos al pensar… ¿qué pasará cuando ella no esté?

Temas como la vejez, la soledad, la pertenencia o el arrepentimiento se intercalan con sutiles críticas al estado y a la religión. Aunque hay puntos de humor, el libro brilla especialmente en los fragmentos dramáticos e introspectivos narrados por Magda.

¿Qué hay detrás de esa Puerta física y emocional que Emerenc mantiene cerrada? ¿Podrá pasar Magda?

Una obra maestra. Una joya. Leed a Magda Szabó, yo tengo claro que la releeré más de una vez. Nada más que decir.

SINOPSIS:
Magda, una escritora húngara que reanuda su actividad profesional tras varios años de represión política, decide contratar a una empleada de hogar para poder dedicarse de lleno a la escritura. Por recomendación de una amiga, conoce a Emerence Szeredás, la verdadera protagonista de esta historia.

OPINIÓN:
He tenido muchos sentimientos encontrados con esta historia, y me explico.

Con tintes autobiográficos, la autora nos relata en primera persona la relación entre ella y Emerence, una señora nada convencional en su proceder como empleada de hogar. Emerence es una mujer de fuertes convicciones que no se deja persuadir por los demás. Ella es quien pone las condiciones, ella es quien decide. A pesar de su sobrio estilo de vida y de ese carácter que intimida a todo aquel que la conoce por primera vez, poco a poco demuestra ser una trabajadora incansable, además de una vecina ejemplar. Emerence es un todoterreno, perfecta en su imperfección, detractora de la doble moralidad y defensora de las causas perdidas. Como personaje, Emerence es digna de conocer.

Narrativamente, la historia está escrita de una forma muy bella. Es una historia pausada, para disfrutar sosegadamente, para contemplar de cerca cómo se construye una relación entre dos personas, el cariño, la frustración, el quererse y el no llegar a entenderse. En esta historia, no importa tanto el qué, sino el cómo.

Me ha parecido una historia entrañable y, a la vez, que te hace cuestionarte muchos aspectos de las relaciones humanas, a pesar de que la parte central se me hizo lenta. Quizá esperaba más “trama” cuando en realidad es una historia de personajes y de relaciones cocidas a fuego lento.

Esta novela ha sido un gran descubrimiento, me lo regaló mi cuñada que es húngara como la autora y he de reconocer que siempre me hace muy buenas recomendaciones.

Seré breve, no porque la novela no de de sí, sinó porque tengo muchas reseñas pendientes,
La puerta va sobre la relación entre dos mujeres, la escritora y su asistenta, pero la que se lleva todo el protagonismo es la segunda, Emernec.

Desde el principio es un enigma, tanto el personaje como la relación entre ellas, que va evolucionando a trompicones, pero en mi caso sin llegar a esclarecerse del todo el vinculo que finalmente se forma entre ellas, pues mas natural parece que se tengan que odiar que el quererse ... en toda esta complegidad de personajes y relación discurre la puerta y sin embargo no es una lectura densa, sino que discurre suave en lo cotidiano.

Recomiendo mucho esta lectura, y recomiendo googlear un poco antes sobre la historia reciente de Hungria antes de leer el libro, para poder entender un poco mejor a Emerec, pues esta no deja de ser un personaje forjado en ese tiempo y lugar concreto.

PARA QUIEN: Los que gusten de lecturas con personajes y relaciones complejos y con profundidad, personas con curiosidad por la historia húngara, lectores que disfruten con una lectura diferente.

LO PEOR: Darte cuenta de tu propia ignorancia

LO MEJOR: Darte cuenta de tu propia ignorancia

Un libro que me ha costado leer una barbaridad, aunque al mismo tiempo no podía dejarlo. Es de esos libros, más bien de esos autores, que reconoces su valía, reconoces que es un libro de premio literario, pero que aun así no te gusta. Ante él me siento como ante el Guernica de Picasso; sí, es una obra de arte, reconozco su valía, pero no me gusta.

La trama de la historia es autobiográfica. La autora explica su relación de amistad con su asistenta, una mujer que no había por donde cogerla. No sé si todo lo que cuenta es cierto, pero sí lo es, no comparto su decisión de mantenerla contratada al principio de su relación. Lo entendería si hubiera una relación anterior, y los problemas aparecieran cuando ya tenían una base de cariño/respeto, pero que recién contratada pases por alto faltas de respeto y caprichos, pues seré un cardo pero adiós muy buenas.

Cuando una lee esta novela, se da cuenta de que está leyendo algo muy especial, que entra, de alguna manera, en las vidas de los protagonistas, y los observa a través de la mirilla de esa puerta que está siempre cerrada.
Una se convierte, así, en una privilegiada, por poder compartir de esa manera, tan intimista, los pensamientos y sentimientos de la protagonista y que se nos ofrecen en la novela.