Tartessos

Los hombres me veneran más por lo que soy, por cómo soy en verdad. A una mujer no se la ama porque sea bella o exquisita. Y aunque haya irrumpido como un relámpago en los ojos del fenicio, siempre he preferido penetrar en mis semejantes por el corazón y los sentimientos

Estaba escrito en el libro de su vida que se convertiría en el instrumento de los dioses, quienes alentaban a su alrededor perturbadores pronósticos.

poseo que obrarás en beneficio de tu pueblo, y eso me consuela. Posees un corazón disgustado, pero domínalo. No confundas tus anhelos con lo que exige tu Nación.

A veces los dioses desbaratan los proyectos más piadosos de los mortales.

"Dos corazones no desengañados aún de la vida que aman la amistad y que juegan a una política sana y justa, pero a veces imposible "

el náufrago prendió la fogata con al desalentadora resignación del desesperado. Como cada amanecer, reiterando un tormento diario.

a veces el ardor de la amistad se troca en malquerencia.

la mujer que había sufrido el frío de un invierno eterno en su alma percibía que al fin alguien escuchaba las inquietudes de su corazón atormentado.