Algo tan perfecto

Primera parte de la serie Something so.

Parker pilló a su marido con otra en la cama, saca adelante a sus hijos y lleva el negocio familiar que va muy bien. Es una mujer independiente, que adora a sus hijos y tiene una amiga que es como una hermana.

Desde que se hizo cargo del negocio familiar ha ampliado muchas cosas y una de ellas es ayudar a recuperarse a jugadores profesionales de hockey, lo que no esperaba es que la superestrella Cooper Stone le impondría un horario especial.

El primer encuentro entre ellos es un choque entre dos titanes y la primera sesión es tensa, hasta que Stone se da cuenta que ella es la jefa de todo.

Cooper Stone es una superestrella que cree que tiene todo lo que necesita: fama, dinero y mujeres. Siempre tiene todo lo que necesita solo con abrir la boca y nunca nadie le dice que no.

La atracción entre ellos es instantánea y aunque al principio puede parecer que van a ser enemies es más orgullo que otra cosa. van a explorar esa pasión muy subida de todo y hay una carga erótica importante en el libro.

Parker tiene dos hijos: Matthew de quince años y Allison de cinco años van a tener un papel importante. La pequeña Allison va a ser la que ponga el punto gracioso y Matthew el que mira por su madre porque sabe lo que ha sufrido y es muy protector con ella.

Lo que empieza como algo pasajero va ir creciendo de sentimientos y va a dar paso a algo más, donde no son solo ellos si no también los hijos y el ex de Parker y la ex de Stone que pueden hacer que tengan que tomar decisiones que no quieran porque hay personas que no saben lo que significa un no.

Una historia entretenida con deporte y la disciplina que tiene, que cuando dos personas correctas se encuentran todo empieza a encajar y la sensualidad de dos personas que se atraen con un fuego incansable.

Hockey, amor y divertidos momentos que guardar en el corazón.

Natasha Madison regresa con Algo tan perfecto, trama pasional, con protagonistas fuertes y decididos que van a pelear por aquello que quieren.

Parker ha retomado su profesión como fisioterapeuta, con lo cual, su nuevo reto será entrenar a una estrella de la NHL, convirtiéndose en el empujón que necesita para darle una oportunidad al mundo. Cooper es la máxima estrella de la NHL, un jugador brillante que debe tomarse unos meses de descanso por una lesión. Así pues, Cooper y Parker empezarán con muy mal pie, una sucesión de enfrentamientos que medirá sus personalidades llevándolos a encuentros explosivos. Por lo tanto, su relación profesional los acercará sentimentalmente, pese a todo, Parker no se entregará por completo a lo que su amante le ofrece, controlará el avance de Cooper ocultando la parte más importante que la hace ser quién es. No obstante, aunque Cooper está dispuesto a todo por su amada son muchos los obstáculos que deberán superar, un camino complicado con grandes decisiones que tomar.

Natasha Madison ya me enamoró con su novela Tentar al jefe, historia donde conocí a Cooper y Parker dejando una gran huella en mi corazón. Pues bien, cuando leí la sinopsis de esta novela y supe que sus protagonistas eran ellos, la alegría me invadió, conocer como se conocieron era algo que necesitaba saber, un descubrimiento que había esperado con ganas y os aseguro que no me ha defraudado, ganándose mi corazón y regalándome un amor que atesorar. Asimismo, su relación está destinada a llevarlos al límite en muchos instantes, sus personalidades guerreras y sus reiterados choques era una parte esencial de ellos, siendo esa actitud la que hace tan especial su historia, atrapándote y enamorándote. Junto a todo lo dicho, mencionar la importancia de lo físico, una novela con una gran carga sexual que ha sido relatada sin tabúes, con elegancia y respecto, una narración sensual que expresa la fogosidad y conexión entre sus protagonistas, una lectura que os recomiendo y que os encantará.

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El libro empieza muy bien y parece que va a tener un enemies to lovers bien llevados, pero luego se convierte en un cuento de princesas donde todo sale bien y todos son encantadores que no ha terminado de convencerme.
Muchas escenas subidas de tono, pero poca chicha para lo que esperaba de él.