El doctor francés

Cuando te ofrecen una colaboración no sabes lo que te vas a encontrar y muchas veces sólo te puedes guiar por la intuición. Cuando Martín me ofreció leer su novela tuve un momento de duda ya que en verano soy más de thriller que de narrativa pero leí la sinopsis y me pareció francamente interesante. Añadir que cuando hago una colaboración expongo mi opinión como la de cualquier otro libro.

Esta novela narra la historia del doctor Jean François Macouzet cuyos deseos de encontrar el remedio universal de los mayas le llevan a viajar a México recién graduado y convertirse en una figura importante para el desarrollo de la medicina en Morelia formando parte incluso de los fundadores de su facultad. Mezclando realidad y ficción, el autor nos lleva al México del siglo XIX en el que las prácticas médicas tal y como las conocemos eran aún incipientes y esto lo hace aún más interesante ya que a lo largo de la historia del Doctor, tendremos la oportunidad de conocer con gran detalle cómo se trataban algunas enfermedades como la diabetes, el mal de Pinto (propio de las zonas tropicales) o incluso los hematomas cerebrales. Me ha encantado por ejemplo saber cómo era un estetoscopio de la época, qué pruebas se hacían para entender los males del corazón o qué pasaba cuando había problemas en un embarazo.

Además de los detalles médicos es importante resaltar que la vida de nuestro doctor en tierras mexicanas se enmarca cercana a la independencia de México, de hecho, cuando Juan Francisco llega a Michoacán, España aún no ha reconocido a México como país, por lo que nos introducimos también en este proceso político, los bloqueos comerciales a los que se vió sometido, y las distintas fases por las que fue pasando incluyendo la pérdida de muchos territorios a manos de los Estadounidendes. Por lo tanto, no sólo he aprendido de medicina sino ¡también de Historia! Y es que en el colegio estos procesos de independencia se estudian de pasada y me ha encantado conocer más acerca de ello, así como saber que estados como California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma pertenecían a México (disculpad mi ignorancia acerca de esto amig@s mexicanos).

Otro tema que llamó mi atención es como este Doctor va introduciendo en sus prácticas los conocimientos ancestrales utilizados por los curanderos autóctonos y esto es digno de mencionar ya que habitualmente los conocimientos médicos científicos chocan de lleno con los conocimientos traspasados de generación en generación sobre las propiedades de las plantas -“los remedios de la abuela” lo llamaríamos en España - y el doctor hábilmente ante la falta de otro tipo de medicamentos va aprendiendo como utilizar otras cosas de las que sí dispone.

Así que nos encontramos ante una novela que podríamos catalogar como histórica, escrita con tanta finura y detalle que engancha al lector y le mantiene interesado en cada momento. Es una de las mejores narrativas que me he encontrado en un texto autopublicado, así que mi más sincera enhorabuena al autor.

Vaya pedazo de libro. Lo he disfrutado en cada página. Una novela histórica galardonada con la Mención de Honor en el International Latino Book Awards. Es la primera novela de Martín Macouzet y pronto podremos disfrutar de la segunda de esta saga.
Se sitúa a principios del Siglo XIX, cuando aún no se conocía la existencia de los microbios y la práctica de la medicina era controvertida. Un doctor francés lo deja todo para instalarse en México en busca de aventura y libertad.
Un arduo trabajo documental que da como fruto esta interesante novela. Un viaje para que veamos como la determinación de un hombre puede llevarlo a lo más alto. Aunque en el camino se encuentre obstáculos y cuando todo parece perdido, la perseverancia hace que todo vuelva a funcionar. Las ansias de conocimiento del doctor nos llevará a descubrir la historia de la salud pública, pandemias, estudios epidemiológicos en pueblos remotos, redacción de guías de procedimientos y la búsqueda de un remedio antiguo que lo cura todo, ¿podrá encontrar el “remedium universalis”? Un camino duro lleno de envidias, ira, decepciones, pero también amor y reverencia. Donde aprenderá, y aprenderemos, viejas tradiciones.
Capítulos cortos. Personajes bien definidos. Buenas descripciones de paisajes, tradiciones culturales, ropajes y platos típicos.
Os recomiendo la lectura por el mensaje que encierra entre sus páginas 🥰

Lo primero con lo que me encontré al empezar la lectura es que el doctor francés no es un personaje de ficción. La historia está basada en hechos reales, y muchos de los otros protagonistas que aparecen en la novela también lo son. Se nota el exhaustivo trabajo de investigación y de documentación que ha realizado el autor para narrarnos lo ocurrido.

La novela empieza en Francia (1825) donde conoceremos a un jovencísimo doctor que recién acabados sus estudios de medicina decide viajar a México para aprender de los conocimientos de los Purépechas, la antigua civilización que habitaban en el estado de Michoacán. La idea surge conversando con un compañero de estudios. Un explorador que viajó a México le enseño una especie de códice a su profesor de botánica para que lo interpretara. Jean-François intrigado le pide que le haga una copia, hay unos dibujos de plantas que no conoce. Piensa en la sabiduría de las civilizaciones antiguas, en el poder de curación de algunas plantas y sus distintos usos. Así es como decide ir en su búsqueda.

Y hasta allí viajará iniciando una aventura dejando a su madre y a su hermana en su país. Su padre murió cuando él contaba apenas siete años. Su familia le ha inculcado una serie de valores que forman parte de su personalidad, de su gran humanidad y su entrega a la hora de ayudar a los más necesitados. Antes de partir su madre le da un cofrecito de madera con unos luises de oro (todo un tesoro) por si los necesita en su aventura.

No viajará solo, le acompañará el doctor Desbrosses en la travesía y en los primeros momentos en tierra mexicana. Después nuestro protagonista explorará por el interior del país buscando un lugar en el que asentarse, siempre ayudando a la gente con su medicina y a la vez aprendiendo de ellos. de la mano de un paciente, el señor Zornosa, decide instalarse en Michoacán.

Allí conocerá a Ignacia, la hija del señor Zornosa de la que se enamora enseguida y con la que se casará. Su familia será muy importante para él.

Pronto se hará un hueco entre los médicos de allí y estará muy bien considerado por sus colegas y por sus pacientes, aunque dentro de la profesión siempre hay quien discrepa de sus métodos, como el doctor González Urueña con el que tiene más de un desacuerdo a lo largo de los años y que tendrá un papel principal en la novela (y en la historia del país junto con el doctor Macouzet).
Es curioso ver los distintos métodos utilizados en una época en la que se desconocían por ejemplo la existencia de virus y microbios. También me ha parecido muy interesante conocer la historia de México que acababa de conseguir la independencia de España. Para el joven doctor es un país en el que la gente está llena de sueños, como los que tenían en Francia después de la revolución. Con lo que no cuenta es con la inestabilidad política y las distintas guerras y conflictos a los que va a asistir.

Al leer El doctor francés nos encontraremos con la biografía de este gran médico importante en su época por sus métodos y sus investigaciones, y a la vez conoceremos parte de la historia, de la geografía, la cultura, las costumbres, incluso de la política del México del siglo XIX. Es una lectura didáctica y muy amena. No resulta para nada pesada, tal vez sea porque me gusta la historia, y la vida del protagonista me ha resultado de lo más fascinante, adelantado a su tiempo, es un hombre de ciencia que quiere conocer los métodos y conocimientos ancestrales de la antigua civilización Purépecha.

En la portada del libro podemos ver al doctor francés en un cuadro de Alejandra Macouzet, Intercambio de conocimientos, tal y como nos lo describe el autor en la novela.

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