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“El niño, el topo, el zorro y el caballo” no es solo un libro, es un pequeño tesoro, sus páginas están pensadas para inspirar y ser releídas una y otra vez. Es una de obras como “El Principito”, “Dónde viven los monstruos”, “Los guardianes del ser” que parecen para público infantil pero ofrecen confort y una gran profundidad para los adultos. Este libro se compone de bellísimas ilustraciones (en serio, ¡obras de arte!) acompañadas de frases y conversaciones que no pueden ser más inspiradoras sobre la soledad, el amor, la amistad o lo difícil que es sentirse fuera de lugar. Los textos están escritos a pluma, con una deliciosa caligrafía que le da aspecto de “cuaderno de artista”. Lo cual, sumado a la preciosa edición, hace que este libro se gane un hueco en la estantería y el corazón de cualquiera. El autor explica que el libro puede ser leído en orden, por supuesto, pero también invita a leerlo libremente, abriendo las páginas aleatoriamente, puesto que en que la historia que se nos cuenta, el orden de los factores no altera el producto. Este libro es precioso, leyéndolo me he emocionado muchísimo, he llorado y he sonreído. Y estoy segura que en cada lectura sacaré nuevas conclusiones y matices que en el fondo están dentro de nosotros, porque los protagonistas de la historia: el niño, el topo, el zorro y el caballo, encarnan diferentes sentimientos y tienen diferentes rasgos de personalidad, que augura el autor, todos tenemos dentro. ¡No puedo estar más de acuerdo! Os invito a todos a leerlo. Y, si tenéis peques, a leerlo juntos. |
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