La protagonista de este libro ya salía en el primero y no parecía tan loca la verdad, pero lo está, está fatal de lo suyo. Sin embargo, a diferencia de Gillian que siempre es igual, Charlotte evoluciona y aunque sigue siendo una loquilla aprende a poner las cosas en orden, a pensar en los demás y ser menos superficial. El prota es el típico protagonista de la autora. Un hombre encantador, romántico y con las cosas claras. Ha sido una historia en linea con la anterior, sencilla y entretenida, no se le puede pedir más. Supongo que el siguiente que ya cierra la serie seguirá igual. |