Una corte de alas y ruina

Esta vez voy a atreverme a hablar, en primer lugar, sobre Feyre. Feyre, para mí, es sinónimo de evolución. Está casi irreconocible, si la comparamos con aquella humana que conocimos en Una corte de rosas y espinas. En este libro, veremos una faceta más seria y oscura de ella, más sacrificada, ya que demostrará que hará lo que esté en su mano para proteger a los que quiere, cueste lo que cueste. También apreciaremos en ella una sed de venganza que es perfectamente normal, teniendo en cuenta todo lo vivido, que le llevará a planear y llevar a cabo estrategias que lo pondrán todo patas arriba.

Me ha gustado mucho que en este libro conozcamos por fin a los altos lores de cada corte, de los cuales ya conocíamos algunos, pero en esta novela ya vemos cómo son sus personalidades y conocemos de manera superficial sus historias, o elementos de ellas de los que estoy segura de que la autora echará mano en las continuaciones de la saga. Cada corte tiene su encanto, a su manera, cada alto lord impone y a la vez tiene algo que nos llama a conocerlo mejor, pero me gustaría destacar a la corte de Otoño, porque algo me dice que todo no es lo que parece y que la familia de Lucien tendrá su protagonismo antes de lo que esperamos.


Una vez más, he de alabar la habilidad de la autora para que nuestras opiniones sobre los personajes cambien. Pongo por ejemplo a Tamlin, al cual adoré en el primer libro, detesté en el segundo, y en este ya no sé qué pensar. Se ha portado muy mal, pero creo que es un personaje lleno de matices y de sombras que es preciso conocer a fondo, meternos en su cabeza para saber cómo piensa y no sé, realmente espero que experimente un cambio para bien y encuentre la felicidad que no ha logrado conseguir. Podría decir que me he reconciliado un poco con él, aunque no me fío del todo. Lo mismo me ha ocurrido con Elain y con Nesta, las hermanas de Feyre, quienes no me gustaban nada, la primera por ser muy frágil y callar siempre ante cuestiones importantes y la segunda por su lengua viperina, su brusquedad y en ocasiones, su crueldad. En este libro, en cambio, he podido atisbar aspectos diferentes de ellas, que han provocado que lleguen a gustarme, por lo que preveo que en los libros siguientes podré tomarles cariño, incluso. Nesta, debajo de esa agresividad y actitud de tener siempre la escopeta cargada, tiene su corazón, valentía y lealtad, el problema es que no sabe cómo canalizar los sentimientos; Elain, aunque sigue pareciéndome bastante débil y etérea, tiene su papel importante y nos sorprenderá cuando menos lo esperemos, literalmente. En serio, en un momento vais a flipar con ella.

De la corte de la Noche, adoro a todos los personajes, para qué mentir. Rhysand sigue siendo mi amor literario, mantendrá su afán protector, su dedicación, su poder y sus estrategias. Además, veremos su lado más tierno como compañero, pero también el más letal en la batalla. de Amren, podremos ver hasta donde llega su poder y su astucia, de Cassian, su valor, fortaleza y mente estratega, de Azriel, la dulzura que esconde entre sus sombras y, finalmente, Mor nos enseñará que está dispuesta a apoyar a los que quiere, y de paso nos desvelará una parte de sí misma de la cual no teníamos ni idea y que dará sentido a varias cosas que nos rondan por la cabeza.
La ambientación que nos brinda la autora vuelve a ser impecable, la magia se siente en cada página del libro y nosotros volamos junto a ella. Es brillante el mundo que nos enseña, tantos las partes aterradoras como las que hacen que nos paremos a admirar el paisaje.
En la historia, tendremos tensión, intriga y giros de trama que provocarán que casi nos dé un mininfarto ( o un par de ellos). El caso es que, aunque haya partes con muchísima acción y otras más pausadas, todas tienen su importancia y ninguna perderá nuestro interés, os lo aseguro.

Además, la autora en esta novela se atreve a introducir nuevos monstruos que serán de suma importancia para el desarrollo de la historia. Me ha gustado que aparezcan, pero aquí viene el fallo que le he encontrado al libro: no están tratados de manera profunda. Si la autora hubiera metido menos elementos pero les hubiera dedicado el tiempo debido, tal vez habría estado mejor esta parte. Conocemos a los monstruos, como el de la biblioteca o el reencuentro con la Tejedora, pero pienso que son tratados de manera superficial, teniendo en cuenta el peso que tienen luego.

El final me ha dejado muy feliz, porque he disfrutado de cada minuto de la batalla y de todas las sorpresas que esta trae consigo. La verdad es que creo que Sarah J. Maas ha hecho un excelente trabajo, y en este libro también tenemos una pequeña muestra de quiénes serán los posibles protagonistas de las continuaciones y por dónde irán los tiros.