Las cruzadas vistas por los árabes

"(Enrique de Champagne) va en persona a una de sus fortalezas, al-Kahf, para reunirse con su gran maestre. Sinan, el viejo de la montaña, ha muero poco antes, pero su sucesor ejerce sobre la secta la misma autoridad absoluta. Para probárselo a su visitante franco, ordena a dos adeptos que se arrojen de lo alto de las murallas, cosa que hacen sin vacilar un instante ... "Este relato sobre las Cruzadas es muy bueno, está contada históricamente pero se detiene mayormente en los hechos más importantes y anecdóticos. No es un compendio militar ni político exacto pero sí te hace comprender de una manera amena los entretelones de la invasión europea a tierras musulmanas, parece que te cuenta las historias de sus dirigentes y poco a poco aparecen los conflictos y las guerras casi siempre usando para ello los argumentos de los historiadores y cronistas árabes muchos de ellos testigos presenciales de aquella época. Todo ese material ordenado y clasificado se cuenta como en forma de novela pero con rigurosidad histórica. Haciendo más llevadero y homogéneo más de 100 años de historia con numerosos actores históricos cada cual más importante que otro.Sin querer hacer un resumen de toda la obra cuento las cosas que más me impresionaron. El inicio de la invasión europea era visto por los musulmanes como algo raro, la verdad es que al inicio no se lo creían, pensaban que solamente venían a hacer rapiña pero rápidamente los "frany" (apelativo con el que llamaron a los francos y por ende a los europeos en general) capturaron muchas ciudades sobre todo del litoral asiático como Edesa, Acre, Sidón, Tiro, Trípoli, Antioquía y finalmente Jerusalén. Fue el resultado de la primera cruzada con Godofredo de Bouillón y Raymundo de Tolosa como principales actores. La organización, la dedicación y la administración de esta tierra conquistada en principados fueron el fuerte de aquellos invasores que lograron no sólo mantener las tierras donde estuvo Jesús sino también participar del juego geopolítico musulmán.Y es otra cosa que me sorprendió, el saber que así como cualquier territorio (y de hecho más) los musulmanes tenían sus conflictos internos incluso a puertas de la invasión de los europeos. Es increíble y espantosa la cantidad de guerras civiles y pequeños conflictos cada vez que un príncipe ya sea de una ciudad siria como Damasco o Alepo (las mismas que ahora causan tanto conflicto) ocasionaban entre los sucesores al morir un rey, a pesar que éste haya designado claramente quién debía heredarle, siempre fue así y por ello los musulmanes tenían muchos muertos, traidores, desertores y casi todos los jefes fueron siempre a pactar con los frany ya sea una ayuda o una tregua según sus intereses.Aunque los musulmanes tratan de hacer siempre bien a sus líderes y soldados, es innegable la crueldad que existió de ambas partes, tanto de católicos como musulmanes. Los primeros arrasaban ciudades y sobre todo la codicia que existía entre ellos era muy alta, sobre todo a partir de la segunda cruzada donde ya no era el objetivo primario el dominar Jerusalén (objetivo nominal de las Cruzadas) sino de tener la mayor cantidad de dinero y conquistas. Inclusive invadieron en una ocasión a los rum (nombre usado para hablar de los griegos del Imperio Bizantino), que a su vez también al estar en ese medio hacían y deshacían alianzas tanto con los católicos como con los musulmanes, a pesar de supuestamente estar del lado de las Cruzadas. Los musulmanes por su parte asesinaban también sin piedad y esclavizaban a las mujeres en Asia como parte de su harén y a los niños los vendían como esclavos.Entre los dirigentes musulmanes pasaron muchos de gran importancia como Kiliy Arslan Ilghazi, Zangi, Nur al-Din (considerado uno de los más piadosos y sobre todo rectos con su religión) y luego de él, el más famoso de todos, Saladino. Este personaje tan endiosado por su religión y su pueblo, realmente no escapó a la historia común de muchos grandes hombres, también traicionó y mintió para lograr sus propias miras, siendo subalterno de Nur al-Din se apoderó de Egipto y no lo soltó hasta que un golpe de suerte para él hizo que su rey muriera y luego pudo ser el dueño absoluto de la situación, nuevamente engañando y asesinando. Trato de hacer un recuerdo de los más grandes generales de la historia y creo que no existe ninguno que haya tenido tanta suerte como la tuvo Saladino.Claro que en aquella época era lo más común que los príncipes y reyes mueran asesinados por un complot, por sus esclavos o envenenados. Así Saladino se libró de muchos reyes que le podían hacer oposición y cuando la más grande invasión cruzada se dirigió a sus territorios Federico Barbarroja murió ahogado y Ricardo Corazón de León debió volver a Inglaterra. Realmente tuvo tanta suerte que nadie pudo negar en su momento que realmente era un sobre protegido del mismísimo Alá.Todo esto y mucho más es relatado en este libro que te permite conocer aunque sea de manera superficial todo el engranaje de discordias, de hechos memorables en la historia de ambas naciones y conocer de cerca las ambiciones e impulsos que movió a muchos hombres a poder actuar. Aunque un poco escueto y poco profundo sí te hace vivir el momento histórico y ser parte casi de las intrigas de católicos y musulmanes.