El chico y el perro

Adaptación al manga de la novela homónima de Seishu Hase (publicada en España por Duomo ediciones), llega a mis manos gracias al préstamo de mi vecino, que es muy fan de Takashi Murakami (ya me prestó anteriormente su otra obra cánida, “El perro enamorado de las estrellas”).

A través de diversos personajes humanos conocemos al verdadero protagonista de la historia, el perro Tamon, que hace las veces de hilo conductor del conjunto de historias que se nos cuentan. En la primera de ellas, un hombre se le encuentra a la salida de una tienda y, al verle en muy mal estado, decide alimentarle y quedarse con él. El amor que siente por el perro es muy grande, pero al ver que siempre miraba hacia el sur piensa que está buscando a su dueño anterior, así que le deja marchar. Más adelante Tamon se topará con un delincuente, una prostituta, y algún otro personaje de mala vida o que pasa por unas circunstancias difíciles, pero gracias a Tamon conseguirán ver las cosas de otro modo.

Tamon siempre es un perro afable, protector y cariñoso con todos aquellos que cuidan de él, pero aún estando a gusto con esos dueños temporales, siempre mira hacia otra parte, como si siguiera buscando algo y esperase a que sus nuevos propietarios le diesen el visto bueno para poder seguir con su periplo. Y es que Tamon conoció a un niño con el que mantuvo una amistad increíble en la otra punta de Shikoku, pero ambos se vieron obligados a separarse debido a un terremoto. Por suerte Tamon no cesa en su empeño de volver a encontrarse con él

No llegué a leer el libro original, que en su momento apareció en muchas reseñas por aquí, pero creo que me basta con su versión manga, porque sí, la historia es entretenida y tiene un punto muy tierno que te hace reflexionar sobre las segundas oportunidades y el poder de los animales en nuestro estado de ánimo, pero no me ha gustado la excesiva tendencia al melodrama. Es que hasta cierto punto vale, bien, pero aquí se pasa tres pueblos, la verdad.

Ese manga nos trae a un protagonista muy especial, Tamon es un perro que después del devastador tsunami de 2011 vaga por las calles.
A partir de ahí irá conociendo diferentes personas, pasando por diferentes manos y teniendo varios dueños. En cada uno de ellos dejará enseñanzas y valores que cambiaran a las personas que se crucen con él. Pero no os penséis que estos dueños abandonan a Tamon, simplemente se dan cuenta de que el perro tiene un destino y busca algo, por ello lo dejan ir.
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Solo diré que Tamon tiene un destino al que ir y que descubrirlo ha sido precioso, he vuelto a a darme cuenta de todo lo que son capaces los animales de hacer por nosotros, de como llegan en el momento justo y adecuando para cada uno de nosotros y como su amor es inmenso.
Es una historia emotiva, con mucho aprendizaje y con valores preciosos que nos recuerdan el vinculo indestructible entre un humano y su perro.
Teneís que leer la historia de este intrépido perro.

Ya había leído la novela de este título y me gustó mucho, así que cuándo vi el manga, tenía muchas ganas de leerlo.

En esta historia nos encontramos con Tamon , un perro que, tras el tsunami de 2011, ira apareciendo en la vida de otras personas y las ayudará, con él iremos conociendo diferentes situaciones, trágicas, tristes y emotivas y viajaremos con Tamon hasta llegar a su destino final, que nos demostrará el fuerte vinculo que se puede crear entre un perro y un humano.

Me ha encantado poder ver esta historia de manera más visual, aunque mas resumida pero creo que se transmite perfectamente su esencia en este manga y he sufrido y me he emocionado de nuevo con Tamon, alguien a quien os animo a conocer.

Es un manga desgarrador sobre la vida de un perro que va pasando de dueño en dueño porque siempre parece estar mirando en una dirección, parece tener un destino, una conexión con algún lugar o persona. Me gustó pero me faltó desarrollo y el final fue previsible, es algo que me suele pasar con los tomos únicos. No suelo comprarlos pero a este quise darle una oportunidad, pero bueno, es triste, es cuca, es dura, pero para mí que le ha faltado algo.