Cuando la llamaste Claudia

Cuando todo marcha sobre ruedas y según los planes previstos, la relación de pareja puede ser muy sencilla. ¿Pero qué ocurre cuando surge algo y la decisión que ha de tomarse determinará un futuro que no es el mismo que desearían los miembros de la pareja? ¿Qué ocurre si eso nos lleva a no ser capaces de ponernos en la piel del otro? ¿Qué pasa si descubres que el diálogo de pareja no era tan profundo como pensaban?

Porque pocas cosas hay más difíciles que entender al otro, sobre todo en esos momentos en que sus pensamientos y decisiones son contrarios a las que tenemos en mente.

¿Qué pasa cuando los planes de futuro se van al garete y nada va a ser como deseaban?
Cuando eso ocurre, todo puede saltar por los aires, cuando las diferentes concepciones de la vida se han de enfrentar y solo una de ellas podrá seguir adelante, la pareja puede saltar por los aires. Sobre todo si quieres saber la solución de antemano a algo tan complejo como ¿qué es la vida?



OPINIÓN PERSONAL

Es muy difícil hablar sin contar nada. Pero eso es lo que precisamente intento en esta reseña, que lleguéis a la lectura de este libro con el mayor desconocimiento posible de lo que va a ocurrir, con una mente virgen a lo que pueda pasar y a la que le basta con saber que en la novela va a encontrar una pareja que se quiere pero que por circunstancias de la vida (eso es lo que tendréis que averiguar leyendo la novela) ha de enfrentarse a una decisión en la que las posturas son completamente contrarias y con consecuencias para toda la vida.

Pilar Muñoz siempre ha tratado en sus novelas con mujeres fuertes y la protagonista de esta novela no es la excepción. Mujeres que han de enfrentarse a los problemas que determina su propia condición de mujeres. Cuando la llamaste Claudia no es tampoco la excepción a esta regla.

La gran diferencia con novelas anteriores es que la novela está narrada no desde el punto de vista de la mujer, sino del hombre, que es el que nos irá contando en primera persona sus cuitas y sus problemas. Solo en breves momentos ya avanzada la novela, escucharemos a la mujer hablar en primera persona con los textos que va escribiendo en un blog personal para liberarse de la angustia que está sintiendo.

Es sin duda la novela más emotiva de Pilar Muñoz, una novela en la que sufriremos con los protagonistas, en los que veremos como no siempre el amor parece ser suficiente para solucionar los problemas en un matrimonio, en los que veremos como la vida nos puede traer tremendas sorpresas capaces de desestabilizar la relación aparentemente más sólida, en la que cada una de las partes tiene razón, “su” razón y en la que necesariamente uno de los dos ha de ceder. Porque hay veces que no se trata de tener o no razón.

Podría extenderme en los papeles femeninos y masculinos frente a determinados temas, pero eso sería desvelar parte de la trama, que ya he dicho que es algo que no pretendo hacer.

Por eso, si quieres leer una buena novela, muy emotiva hasta la última página, una novela sobre las relaciones de pareja, sobre la paternidad, sobre la maternidad, sobre la familia, no dudes en leer Cuando la llamaste Claudia.
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