El Beso del Vampiro

Con este libro llegamos al final de la trilogía Ángel de sangre y podemos decir que hemos leído todos los libros de Marisa M. R hasta la fecha y, como siempre, se ha superado.


Como sabéis por las reseñas anteriores, Ángel de sangre nos ha enganchado desde el principio, y cada libro nos ha encandilado de tal manera que no éramos capaces de despegarnos de ellos. Y la verdad es que éste último nos ha dejado un muy buen sabor de boca.

En este tercer libro se resuelven todas las tramas y subtramas que hemos abierto en los libros anteriores y, de todas nuestras teorías, sólo se ha cumplido una (y media).

En esta tercera parte vamos a conocer a algún personaje nuevo bastante relevante para la resolución de la trama, aunque por supuesto, no os podemos decir mucho de ellos, excepto que están muy bien construidos y añadidos a la historia.

De todos los personajes secundarios que conocemos desde el principio, Samir sigue siendo nuestra favorita, aunque debemos reconocer que tanto Cloe como Zen nos han sorprendido mucho y, desde luego, para bien.

Uno de los personajes secundarios que más repulsivos nos parecieron durante toda la saga ha conseguido durante este libro que deseásemos que Marisa acabase con él, y no os vamos a contar si lo hace o no, para enteraros de lo que pasa tendréis que leer la saga. Pero sí es cierto que en este libro es en el que este personaje en concreto ha sido más odioso.

El ritmo de esta novela es muy trepidante. Así como Caos de ceniza nos ha parecido de transición pero necesario, aquí la acción va a estar a lo largo de cada página consiguiendo ponernos los nervios a flor de piel.

En cuanto a Laius, el protagonista de esta trilogía, es capaz de adaptarse a todo lo que se le viene encima, convirtiéndose en un personaje muy entrañable al que le vamos a coger mucho cariño e, incluso, va a quedarse en nuestra memoria durante mucho tiempo.
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