Un libro en el que los cortísimos relatos funcionan como divertidísimos aforismos sobre la conducta humana vista a través de la conducta de los más diversos animalitos. Y no podía empezar de otra forma que precisamente llamando la atención a través de “un célebre Psicoanalista” sobre lo mucho que podemos llegar tergiversar “el comportamiento animal” o lo peligroso que puede ser satirizar la conducta de aquellos que conocemos. Plasmará en una mosca todo aquello que nos gustaría ser, aun sabiendo que es imposible y que incluso nos haría desgraciados; o en un búho las ansias de salvar a la humanidad pretendiendo que sea lo que no puede ser; o en un grillo lo orgullosos que estamos de nuestras míseras capacidades. También nos hablará a través de un filósofo ecléctico de lo mal que llevamos la existencia de hechos inexplicables y las absurdidades que podemos llegar a aceptar con tal de que sea una explicación, como niños teorizando sobre el origen de los ancianos; hará gala de un maravilloso humor negro, como en esos fusilamientos de las ovejas negras, o lo poco que puede la sabiduría contra el poder de la fuerza, o el padecimiento de los muchos Cristos al llegar a viejos por no haber sido repudiados o ajusticiados…y de su ingenio en los muchos chascarrillos, como el efecto sobre las montañas que tiene hasta un levísimo atisbo de fe, o imaginando a una Penélope que tejía para que Ulises viajara, o la neurosis que padecía un espejo cuando nadie se reflejaba en él… y muchas cosas más que les asombrarán en apenas un par de horas de lectura. “Todo el mundo sabe que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de jinete.” Aunque no descarto que todo signifique otra cosa… a ver, son fábulas, qué quieren. + Leer más |