¿Se puede estar mal cuando todo lo importante está bien? Tienes trabajo, casa, familia, seguridad económica, salud, acceso a sanidad, educación, transporte y un estado que vela por tu bienestar. ¿Qué puede fallar? Pues bien, muchas cosas.
Elin tiene 50 años y vive en Noruega. Es médico de cabecera, está casada, tiene dos hijas ya independientes y su madre vive en una residencia porque necesita cuidados.
Sin embargo, Elin y su marido hace años que no tienen nada en común. Elin se anestesia con alcohol y hace maratones de Outlander. Cuando la conocemos, Elin está viviendo en su consulta, ha engañado a su marido y ahora él se ha enterado. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo ha llegado hasta ahí? ¿Cuál es el siguiente paso? No pienso responder a esas preguntas, pero si os adelanto, Elin está hasta las narices de todo.
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Estado del malestar' se nos presenta en forma de una conversación mental de la protagonista consigo misma, donde analiza su presente y lo que le ha llevado hasta allí. Como en cualquier monologo interno, Elin habla sin tapujos de todo lo que la rodea: pacientes, vecinos, sociedad, educación, higiene… haciendo una crítica directa y descarnada de mil y un temas. Pero en lo que se refiere a sí misma, a veces le cuesta (a quién no) ver las cosas con claridad y aquí entra en juego Tore, el esqueleto de su consulta, que se convertirá en su conciencia, su Pepito grillo, y que cuenta siempre con la réplica perfecta.
Una novela llena de humor e ironía pero que ataca con afiladas palabras a la realidad en la que vivimos. Es fácil verte aplaudiendo a Elin, queriendo irte de cañas con ella, abrazarla y consolarla, pero también, es posible que en algún momento te sientas atacada porque sus palabras te retratan. Elin no tiene la verdad absoluta, pero ojo, no dice pocas verdades y a través de anécdotas que abordan cómo nos comportamos en médico, educando a nuestros hijos, en pareja, en una fiesta…
Sus páginas hablan de bienquedismo o la sociedad de lo políticamente correcto y sus contradicciones absurdas, de relaciones acabadas y también tóxicas, de familia, maternidad, educación, adicciones, infidelidad, del derecho a morir, del derecho a abortar, del derecho a tener una opinión de todo, de estar harta, de estar aburrida, de estar insatisfecha, del derecho a no querer lo que antes querías, y también, de la culpa innata pero en el fondo, culturalmente heredada que cargamos las mujeres.
Habla estar agotada y de qué pasa cuando no puedes más. Elin, i feel you.
¿El final? Imposible que te deje indiferente.
¿Sabéis el meme de “se tenía que decir y se dijo”? Pues este libro es así. Todo el tiempo.