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ISBN : 8483835304
144 páginas
Editorial: Tusquets (01/01/2009)

Calificación promedio : 4.09/5 (sobre 96 calificaciones)
Resumen:
Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un buen día decidió leer con pasión las novelas de amor -«del verdadero, del que hace sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo L... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (22) Ver más Añadir una crítica
rafaperez
 04 April 2022
Cuando en mi reseña de Pedro Páramo digo que la ecuación esfuerzo/ recompensa no me sale a cuenta, en mi insuficiencia, argumento desde la razón.

Le pese quien le pese, mientras que a Rulfo parece que se le cayó el manuscrito y no lo supo ordenar, Sepúlveda ha sido poseído por el demonio de la transparencia.

Esta es la gran diferencia. La capacidad de un autor de facilitar al lector su propuesta, sin renunciar a la palabra exquisita y a la " locura" de un realismo mágico, que se me ha metido muy adentro.

Pese a estar avisado en otras reseñas, acudí al libro tan sólo unos días después de la extracción de mi 47.

Puntos de sutura y un hueco en plena cicatrización se hacen más llevaderos con el barbero/cirujano/dentista/ torturador/ traficante de novelas de amor que desembarca en El Idilio justo al comienzo de la novela, logrando las delicias de los lugareños y de mi cercana memoria.

Haciendo de muela corazón, me adentro en el amazonas sin tener ni puñetera idea de donde me estoy metiendo. Pero, en lugar de hacerlo como un gringo en una armería, soy cauteloso, y voy pisando con respeto la maravillosa selva de palabras que el chileno pone a mi disposición.

Afortunadamente me dejo llevar por la fuerza de Antonio José Bolívar Proaño y de su mano contemplo el estallido de colores, sonidos, olores, flora y fauna .
Aquí el intruso soy yo.

El personaje de Sepúlveda me enseña la soberbia del humano civilizado en un medio que desconoce, que malinterpreta y devasta.

Y como la naturaleza, harta de que la corrompan, llora y herida de muerte.
Ataca.

Toda vez que la mezcla de analgésicos, vino y mensaje logran su equilibrio (que no el mío) disfruto también de otros aspectos del texto.

El protagonista, sus rasgos, estilo de vida, peculiaridades, y en especial su forma de relacionarse con el entorno.

Hombre que lee de pie, en voz alta, como un niño que está aprendiendo, y con una inmensa capacidad de entender aquello que no ha visto o desconoce.

¿Cómo no sentir empatía por el viejo Proaño? ¿Cómo no va a trascender el dolor de la tesitura a la que tendrá que enfrentarse?
¡Cómo no sentirlo en mi propia piel!

Me encuentro muy a gusto con este tipo de autores que desde la brillantez y el orden, muestran una Latinoamérica profunda, que ya empiezo a tocar con la punta de mis dedos.

Librito que denuncia como arrasamos con todo, incluso entornos que ni nos molestamos en comprender.

A ver si con suerte, dejamos de hacer sangrar a la madre tierra.
Aunque esto está más jodido, pues nos sentimos cómodos con la autodestrucción.
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Comentar  Me gusta         2012
Mariano72
 07 August 2022
Tiene todo lo que me gusta en un libro: una historia que no podés dejar de leer, un personaje espectacular como Antonio J
osé Bolivar Proaño, una enseñanza de lo tétrico de la invasión del hombre “blanco” en el Amazonas, un aprendizaje de cómo viven los Shuar en la Amazonia ecuatoriana y la “convivencia” entre la flora y la fauna espectacular en la selva latinoamericana.
Gran libro del autor chileno.
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mariabv2012
 08 September 2023
Esta maravillosa y preciosa historia es la primera que leo del autor y me ha sorprendido muy gratamente, la he leído de un tirón y ha sido una lectura deliciosa. Y como me ha sabido a poco, acabo de buscar en la biblioteca otro libro: "La lámpara de Aladino", que contiene 12 cuentos. Y le seguirán otros que ya tengo ubicados...

Leer esta novela de apenas 140 páginas me ha recordado los buenos ratos que he pasado leyendo al "Gabo", del que aún me quedan historias por leer. Nos cuenta la historia vital de Antonio José Bolívar Proaño, que vive en un remoto pueblo de la amazonia llamado El Idilio. Conocemos su historia desde que era niño y lo prometieron con 13 años a la que fue su mujer, con la cual emprendió la aventura de ir a vivir a la selva con la promesa de unas tierras y un futuro mejor. Conocemos también la vida de los que le rodean y las aventuras que ha vivido hasta llegar a la edad madura y a la vejez, su amor y respeto por los animales y los indígenas y su conocimiento de las leyes de la selva que le han ayudado a sobrevivir en un entorno tan peligroso.

También conocemos su afición y pasión por las novelas de amor, el amor del verdadero, del que hace sufrir... que le acompañan en sus ratos de ocio y llenan su soledad. Una historia entrañable que te recomiendo esperando que la disfrutes como yo.

¡Feliz lectura!
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Carampangue
 04 March 2019
Con Un Viejo que leía novelas de amor (Tusquets, Barcelona, 1997, 35° ed.) estamos ante una novela que a todo el mundo le gusta: muy leída, editada, premiada, llevada al cine, y que ha sido además valorada positivamente por la crítica. No obstante, es una novela que presenta debilidades notorias, de las que se habla muy poco y que revisaremos aquí.

Luis Sepúlveda es un viajero incansable, y esta novela nace a partir de su experiencia junto a los indios shuar, en la selva amazónica. En ella se revela un profundo conocimiento de la selva, así como de las costumbres y la visión de mundo propia de ese pueblo. de hecho, ella es la gran protagonista del libro, y a través de ella se vertebra toda la historia.

El autor presenta aquí un texto que presenta muchas características de fábula. Toda ella es un alegato ecológico en favor de la selva amazónica, y sus personajes y peripecias se van desarrollando en función de la propuesta ideológica del autor. El protagonista es Antonio José Bolívar Proaño, un viejo residente de El Idilio, un pueblito costero en el linde de la selva. Se trata de un hombre que viajó a la selva junto a su mujer, como colono, pero fue incapaz de convivir con el difícil ambiente selvático: pasaron hambre, temieron por su casa y su vida muchas veces, y finalmente terminó perdiendo a su mujer, víctima de una enfermedad tropical. Cuando estaban desesperados, y enfrentándose a una selva que no comprendían, los shuar les prestaron ayuda.

Antonio, ya viudo, vive una temporada con los shuar, donde aprendió a conocer y respetar la selva. Se vuelve en amigo de los shuar (“eres como nosotros, pero no uno de nosotros”, le repiten), y en su retorno al pueblo ya no es el mismo hombre, sino uno más curtido, mejor conocedor de la selva y más sabio, enriquecido por el contacto con la naturaleza y un pueblo que la conoce bien. Siendo ya un viejo, Antonio se verá obligado a luchar contra una hembra de tigrillo que ha enloquecido y amenaza con atacar al poblado. Viajará junto a un grupo de conocedores de la selva, a quienes se suma el alcalde del pueblo, un hombre obeso, corrupto e incompetente; no obstante, terminará su viaje en solitario, enfrentado al animal más peligroso de la selva, sin desear luchar contra él, pero sin opción de evitarlo.

Antonio es un personaje sorprendente: no sabe escribir más que su nombre, y con dificultad, y solamente es capaz de leer juntando las letras, pese a que hace años ya que la lectura de historias románticas es su único pasatiempo. A pesar de ello, cuando habla lo hace con largos párrafos, frases complejas y un vocabulario variado y preciso, sobretodo cuando habla de la selva. Antonio José Bolívar no habla como un campesino de un pueblito perdido en la selva, sino más bien habla como Luis Sepúlveda. Se manifiesta, por otra parte, infalible en el conocimiento de su territorio (por cierto, invariablemente sus interlocutores fallan en ese conocimiento), además de mostrarse como un hombre de admirable consistencia moral, y una parquedad viril y austera que impone respeto al resto. Un Gary Stu* de la tercera edad, digamos.

Por otra parte, los hombres de la ciudad representan toda la barbarie, ignorancia y prepotencia de eso que llamamos civilización. Ya sean los turistas gringos que, en su arrogancia infantil, se ponen en peligro a sí mismos y a los demás, sean aventureros embrutecidos que destrozan la naturaleza y agreden a los indios de los que habrían podido aprender, sea un alcalde inepto, autoritario pero servil con los poderosos, que representa la estupidez burocrática. Siempre los blancos, o los que vienen de la ciudad, se encuentran ante un ambiente que desconocen, que son incapaces de comprender y ante el cual sólo saben reaccionar destruyéndolo, como niños con escopetas.

De hecho, no es casual que la escopeta simbolice precisamente esto: la violencia brutal, ruidosa y destructora del bruto que cree sabérselas todas, el arma que no respeta a nadie y que es tratada de “bestia de metal indeseada por todas las criaturas” al final de la novela. Este maniqueísmo de indios y naturaleza buenos v/s blancos y citadinos malos es una constante que empobrece la lectura y que le quita profundidad al texto, acercándonos al mundo del sermoneo: parece que Luis Sepúlveda quiere darnos una lección en vez de actuar como un novelista.

Sin embargo, estamos ante una novela a pesar de todo: una novela de la selva, ante la cual Sepúlveda se muestra como un artista de verdad. Su descripción de la selva, y más aún, su incorporación en la historia como un personaje más, que ha de ser respetado y escuchado, bajo pena de caer víctima de tu propia torpeza es magistral. El tratamiento que le da el autor a la selva es espléndido, y quizá sea porque no nos la está contando: nos está llevando a ella. Luis Sepúlveda respeta profundamente a los otros, a los shuar y a la Amazonía, y cuando nos habla de ella, nos la muestra sin las anteojeras de un hombre occidental, sino con la comprensión cabal del hombre que vive en la naturaleza, y porque es su casa, no tolera que otros le falten el respeto.

*Si te preguntas qué es un Gary Stu, puedes consultarlo aquí: https://www.inteligencianarrativa.com/10-caracteristicas-convierten-personaje-una-mary-sue/
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Alvarohernandez_81
 15 April 2022
Que grande Antoni José Bolívar Proaño y como se lo pasa en grande leyendo novelas de amor.

Partiendo de la base que la novela transcurre en medio de la Amazonía y me pirran las novelas de aventuras, tenía todas las papeletas de gustarme. Tendré algún descendiente de Indiana Jones, que se yo.

Tengo que reconocer que se me ha quedado corta pero como dicen; los buenos perfumes vienen en frascos pequeños.

Un homenaje a la naturaleza y a la lógica abrumadora con la que actúa. Porque incuestionableme todo aquél que intente dañarla, la naturaleza se defenderá.

Un libro breve y hermoso que merece mucho la pena leer, puesto que fomenta el amor a la lectura y la naturaleza.

Lectura altamente recomendable. Punto final.
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Citas y frases (15) Ver más Añadir cita
AnelenaAnelena29 November 2022
Me repetía a cada rato que los gringos se sentirían felices conmigo, considerando que también tengo nombre de gringo.
—¿Cómo así, paisano?
—Onecén es el nombre de un santo de los gringos. Aparece en sus moneditas y se escribe separado con una letra «te» al final. One cent.
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Alvarohernandez_81Alvarohernandez_8114 April 2022
La vida en la selva templó cada detalle de su cuerpo. Adquirió músculos felinos que con el paso de los años se volvieron correosos. Sabía tanto de la selva como un shuar. Era tan buen rastreador como un shuar. Nadaba tan bien como un shuar. En definitiva, era como uno de ellos, pero no era uno de ellos.
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mariabv2012mariabv201208 September 2023
Muchas veces escuchó decir que con los años llega la sabiduría, y él esperó, confiando en que tal sabiduría le entregara lo que más deseaba: ser capaz de guiar el rumbo de los recuerdos y no caer en las trampas que éstos tendían a menudo.
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rafaperezrafaperez29 July 2022
Los gobiernos viven de las dentelladas traicioneras que les propinan a los ciudadanos.
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Mamen212Mamen21227 June 2022
Nadie consigue atar un trueno, y nadie consigue apropiarse de los cielos del otro en el momento del abandono.
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Videos de Luis Sepúlveda (4) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Luis Sepúlveda
Apenas dos años después de la muerte del escritor chileno Luis Sepúlveda, este volumen nos sumerge en su vida más íntima, presidida por la familia y los amigos. También nos permite ver su perfil más viajero y comprometido, en particular con la política y el medio ambiente. Acompañadas por las maravillosas fotografías de Daniel Mordzinski, sus palabras nos lo vuelven vívidamente presente, al tiempo que nos llevan a lugares recónditos de la Tierra del Fuego y a otros parajes donde Sepúlveda no solo encontró historias inolvidables, sino donde también trabó amistades que el tiempo nunca apagó. A lo largo de su incansable periplo, desde el pequeño Hotel Chile en que nació o las cárceles de Pinochet, pasando por Brasil o Ecuador, hasta Hamburgo, los mares de todo el mundo y, finalmente, Gijón, ¿qué perseguía Luis Sepúlveda? ¿Un mundo mejor, un lugar donde sentirse en casa?
https://www.planetadelibros.com/libro-hotel-chile/360527
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