El despertar de las musas

Y sí, feminismo es IGUALDAD. La lucha feminista no es ser más que el hombre, es dejar de ser adoctrinadas o relegadas a un segundo plano.

Todos somos un crucigrama y venimos al mundo con las mismas letras, solo que cada uno decide qué escribir con ellas.

Somos seres tremendamente valiosos tanto por nosotros mismos como por nuestra aportación a los demás.

No se trata de invertir los roles, sino de igualarnos y respetarnos.

"Los chicos no lloran" o "llora como una nena" son frases comunes en nuestra habla de hoy. Y son la semilla de un pequeño árbol que nacerá torcido y, por ende, de un bosque que permanecerá enfermo.

Nada debería ser aprendido a perpetuidad.

No soy historiadora ni filósofa; solo soy una mujer a la que el prejuicio le ha robado parte de la vida.