Hablar de Gerard es hablar de magia, de ilusionismo, de cómo una mente puede jugar contigo, cual títere en una función, de cómo cada relato puede hacer que sea un viaje a lo más oscuro de nuestra mente, de hacer que un camino de rosas de pronto sea un siniestro embrollo de caminos hacia lo más perverso, de la combinación perfecta entre sensualidad y misterio, miedo y elegancia. Cada relato te invade todos los sentidos, te sumerge la cabeza bajo agua y te saca a la superficie solo para saber que puedes seguir respirando y así señores es la pluma de Gerard. Sí, lo que habéis leído, ¿Puede alguien hacer que lo siniestro sea elegante?.O quizás ¿Hay alguien que pueda escribir, justo ahí, en la delgada línea que cruza de realidad de la fantasía?. Si a todo esto le añadimos unas ilustraciones que lo único q sugieren es esa fiera que se esconde entre las sombras acechando a la mínima para atacar y una lista en Spotify preparada para ser oída mientras nos escondemos como niños pequeños ante los chirridos de una vieja mecedora en la oscuridad....¿que me diríais?. Yo sí sé que decir, señores se habla de Poe, de King y de Lovecraft pero para mí Gerard no tiene nada que envidiarles, sin nada más que objetar puesto que es un libro que hay que descubrirlo sí o sí, me retiro humildemente para seguir leyendolo porque se ha vuelto un libro que está muy cerquita de mí siempre. + Leer más |