El reino del revés

En El reino del revés tenemos como protagonista a Nannerl, la hermana mayor de Mozart, una figura que ha sido completamente eclipsada por Wolfgang y que ha pasado desapercibida en la historia de la música y en la historia en general. Desde bien pequeña, Nannerl ha sido un prodigio de la música, por lo que su padre, también músico, se esforzó en darle clases de clavecín y en educarla lo mejor posible para hacerla brillar. Sin embargo, cuando el instinto musical de su hermano pequeño comienza a salir a la luz, su padre vuelca todas sus esperanzas de reconocimiento y fama sobre él. Después de todo, Nannerl es una mujer en un mundo copado por los hombres y tanto ella como su padre saben bien que, en cuanto deje de ser una niña, ya no podrá seguir actuando en público ni dedicándose a la música, sino que tendrá que comportarse como cualquier mujer del siglo XVIII, es decir, casarse y formar una familia.

Aunque al principio su padre trata de equiparar a ambos hijos y prestarles la misma atención y educación, conforme van pasando los años Nannerl va siendo relegada a un segundo lugar y todas las atenciones se centran en su hermano. Así pues, el gran deseo de la joven es ser recordada, que su música, sus composiciones y su nombre perduren en el tiempo, que no la olviden como si nunca hubiera existido y Wolfgang fuera el único niño prodigio de la familia. Sus plegarias serán escuchadas por Jacinto, un muchacho misterioso que les abrirá las puertas del Reino del Revés, un lugar mágico y plagado de secretos. A cambio de su ayuda, Jacinto le concederá a Nannerl lo que siempre quiso, ser recordada.

Lo primero que quiero decir es que, a mi modo de ver, este libro es una mezcla de ficción histórica y realismo mágico, ya que no me llega a parecer fantasía del todo. A mí personalmente no me entusiasma el realismo mágico y ese ha sido uno de los motivos por los cuales no he llegado a disfrutar del libro tanto como querría.

La historia de Nannerl me ha parecido fascinante y se nota muchísimo que la autora ha investigado a conciencia para traernos una "biografía" lo más realista y cercana posible, tomándose sus licencias, por supuesto, porque después de todo es ficción. El cómo ha reflejado la Europa del siglo XVIII ha sido magistral y te puedes adentrar perfectamente en la mentalidad de la época, en los acontecimientos de aquellos momentos como la peste o las convulsiones dentro de la corte real. Asimismo, Nannerl me parece un personaje muy bien construido, con las ideas muy claras y que transmite a la perfección su frustración latente. Ella quiere ser música, componer sus propias piezas y dedicarse al mundo de los conciertos; sin embargo, tiene muy claro que, dada su posición como mujer, es imposible que pueda tener un futuro en ese aspecto, por eso se esfuerza en ser la mejor, en aprender, en contentar a su padre y estar a la altura de las expectativas de este, pues es muy consciente de que sus años de infancia son los únicos que podrá dedicarles a su gran pasión. En secreto, escribe sus propias partituras a sabiendas de que las mujeres tienen prohibido componer.



El despertar de su hermano pequeño, Wolf, es un aviso de lo que le espera a la propia Nannerl: el ser relegada al olvido en cuanto el mundo descubra que su hermano la supera con creces. al contrario que Nannerl, Wolfgang parece tener un talento natural para la música y no necesita practicar tanto, pues parece que la música forma parte de él y son uno solo. Nannerl ama a su hermano con toda su alma, pero, al mismo tiempo, no puede evitar sentir envidia y celos de él, de lo mucho que consigue en parte solo por ser un chico. La relación entre ambos está perfectamente plasmada y refleja muy bien la relación que suele existir entre hermanos mayores y pequeños, esa adoración de los mayores por los pequeños, su afán protector y, al mismo tiempo, los celos que surgen cuando el pequeño requiere más atención. En este caso, los celos también se verán incitados conforme Nannerl vaya creciendo y Wolf vaya cosechando el éxito que ella deseaba para sí misma, pero que se le veda por ser una mujer.

Por otro lado, Marie Lu describe muy bien cómo muchas veces el fracaso de los padres se transforma en un deseo irrefrenable por que los hijos triunfen allí donde ellos no pudieron. El señor Mozart es un músico frustrado que vuelca sus ansias de éxito y reconocimiento en sus hijos. Es por ello que acuerda conciertos y toda clase de eventos para lucir a sus hijos, incluso aunque la madre esté en desacuerdo debido a la tierna edad de los infantes. La señora Mozart no ve bien que sus hijos sean expuestos ante el público a tan temprana edad, expuestos a las críticas o alabanzas desde pequeños, pero su padre alega que es lo mejor para la familia, sobre todo teniendo en cuenta que su situación económica no es de lo más favorable. Así pues, el señor Mozart ve en sus hijos el triunfo que él no ha podido obtener en su vida y los presiona hasta el límite para convertirlos en lo que él hubiera querido ser.

Centrándome en la parte más fantástica (aunque ya digo que, para mí, ha sido más bien realismo mágico), creo que es lo que más flojea en esta novela. No me ha convencido ni la construcción del mundo del Revés, ni el personaje de Jacinto, pero, sobre todo, el cómo se entrelaza este universo con la realidad. Este Reino del Revés tiene connotaciones muy similares al País de las Maravillas de Alicia y parece una mezcla de diferentes cuentos de hadas. Surge a raíz de las invenciones de los hermanos Mozart, pues conforme ellos se van inventando la historia de ese mundo imaginario, este va surgiendo y tornándose en real. Las descripciones de ese lugar fantástico se me han quedado un poco parcas y no he conseguido meterme de lleno en él y sentirme tan fascinada como Nannerl y Wolf, de ahí que sus incursiones a este reino me resultaran de todo menos esperadas. Jacinto, este muchacho mágico que ayuda a Nannerl a hacer realidad su sueño de no ser olvidada, tampoco me ha gustado. Siento que es un personaje muy predecible, de apariencia encantadora y risueño, pero que se notaba desde el principio que era más oscuro de lo que quería hacer ver. Si bien la línea argumental de este personaje consiguió convencerme en el final en el sentido de que no me lo esperaba para nada, no he conectado con él ni con sus ambiciones y me ha parecido un crío caprichoso y ambicioso sin más. Tampoco he logrado sentir la misma atracción por él que experimentaba Nannerl.

Por otro lado, y he aquí mi gran pero de este libro, siento que los argumentos para unir el mundo ficticio de fantasía y el mundo real han sido bastante pobres y cogidos por los pelos. En la nota de autor, Marie Lu dice que este Reino del Revés no es una invención suya, sino que está basada en los escritos acerca de Nannerl, puesto que parece que ella se inventó esta especie de cuento para su hermano o algo similar (no lo recuerdo muy bien) y de ahí la autora sacó la inspiración para que formara parte de la novela como algo real y tangible. No obstante, a mí me ha sobrado por completo. La impresión que me da es que la unión de ambas tramas es forzada y sin sentido y es una sensación que aumentaba según iba leyendo. La parte del Reino del Revés no me ha gustado nada y hubiera sido preferible, bajo mi punto de vista, que la novela hubiera sido ficción histórica y punto, sobre todo porque los capítulos más realistas son los que más he disfrutado de todo el libro. La vida de Nannerl y todas las adversidades a las que se enfrenta han sido de lo más instructivas, así como conocer la infancia de Mozart y cómo se convirtió en uno de los músicos más prestigiosos de la historia de la música. Toda la trama referida al Reino del Revés me sobra por completo.

Este rechazo hacia el mundo fantástico se vio reforzada con el final. Me pareció un final absurdo, precipitado y forzado, un final que solo era necesario para justificar el por qué el Reino del Revés estaba tan relacionado con la existencia de los hermanos Mozart y viceversa, un completo sinsentido que, para mí, no hay por dónde cogerlo. Esa ya fue la puntilla de este libro.

Al margen de esto, como digo las escenas más históricas del libro están realmente bien y me resultó muy interesante descubrir a la figura de Nannerl, así como la reivindicación que hace la autora de la misma. También es curioso ver a Mozart como lo que era, un humano normal y corriente con un don especial para la música. Esta ha sido la mejor parte del libro y creo que solo por eso su lectura ha merecido la pena.

El ritmo de la novela es fluido, avanza muy bien y con mucha naturalidad y si bien, como digo, la parte del Reino del Revés me sobra, he de decir que la autora ha sabido entrelazar muy bien sus apariciones con la historia más realista, pese a que los argumentos para ello me han resultado pobres. Es decir, no hay cortes bruscos entre las aventuras de los hermanos en ese reino mágico y su día a día, sino que se entremezclan muy bien y no te saca de la novela. Respecto a la pluma, la prosa de Marie Lu siempre me ha gustado, pero he notado una gran mejoría en esta novela respecto a su trilogía Los jóvenes de la élite, que es mi única otra referencia.

Aunque El reino del revés no ha sido lo que me esperaba, es una novela que recomiendo por la reivindicación de la figura de Nannerl que hace Marie Lu. Me ha gustado saber que Mozart tenía una hermana, cuyo talento era idéntico al de este prodigio y cuyo único "delito" fue nacer mujer, lo que hizo que fuera relegada al olvido irremediablemente. En cuando a la parte de realismo mágico, si bien es la que más flojea y no le aporta nada demasiado especial a la trama, es fácil de leer y es cierto que le da un toque diferente a la novela, aunque a mí no me haya convencido.
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