Valkiria. Game Over

Las redes nos hacen muy vulnerables. Vendemos nuestra libertad a un precio ridículo y solo nos damos cuenta cuando es demasiado tarde.

A veces vivir resulta agotador.

A veces hacemos daño sin querer, y hay malentendidos que generan odios que nunca se solucionan porque quien se siente agraviado no lo dice a la otra persona. resentimientos que se enquistan.

Siempre hay que rescatar los buenos momentos que se compartieron con alguien que ya no está. No puede haber mejor despedida.

Vivimos con el riesgo de convertirnos en un simple episodio de la existencia de los demás.

Para los enamorados, el mundo entero es el escenario de su historia.

Cuando a uno le hacen daño no se anda con matices.

Todos tenemos un lado oscuro, ¿no? Una parte de nosotros de la que no nos sentimos orgullosos...

Muchas cosas se transforman en definitivas, en irreversibles, a partir de una muerte.

Quizá con el transcurso de los años la herida deja de sangrar, pero no de doler. Uno no se cura de una amputación, simplemente aprende a vivir con ella.