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Lo comencé por acompañar a mi hijo en su lectura, ya que era obligatorio en el instituto. No lo he abandonado para poder darle ejemplo, pero tela qué libro más pesado para lo corto y juvenil que es. No es que sea juvenil, se puede escribir juvenil y estar bien narrado . Simplemente es muy flojo y repetitivo. Plano, estereotipado, y con expresiones que pasaban de la simpleza más absoluta a una grandilocuencia excesiva. Y que le obliguen al niño a leer esto, tiene su miga. No puedo decirle a mi hijo que no no me ha gustado hasta que él lo acabe, no es plan de desmoralizar. No siento tanto el dinero como que si ya a mi hijo le cuesta leer, con cosas como esta lo acaban de hundir (muy mal por las lecturas obligatorias). ¿Lo mejor? Si eres de Zaragoza ya tienes un plano de la ciudad leyendo el libro. |