Para convertir a las chicas en monstruos

Seré sincero, no tenía idea que existiera este poemario hasta que vi que Meli (editora de VRYA) puso en IG que lo estaba editando y el simple título captó toda mi atención, así que fui a investigar un poco y me encontré con que la autora tiene varios poemarios de los que sí he escuchado un poco más y que me llaman la atención (la saga de women are some kind of magic), así que tenía claro que lo leería y le tenía expectativas por los tags que tiene en goodreads: feminismo y salud mental.
¿Cómo sanar cuando llevas la marca de un monstruo? Nadie espera que el amor de su vida un día se convierta en el dragón del cuento. Terminar con una relación abusiva no es nada simple. A veces parece imposible lidiar con la culpa y las heridas. El dolor y la vergüenza. El autoengaño. La negación. Pero está escrito que todo pasa y siempre vuelve a salir el sol. En los versos de Para convertir a las chicas en monstruos se esconde la fuerza para hacerle frente al dolor, para recuperar el valor y animarse a volver amar.

No recuerdo cuándo fue la última vez que copié una sinopsis, pero definitivamente no pienso arriesgarme a hacer una para un poemario porque 1) es mi primera vez reseñando uno y 2) se podría decir que es mi primer acercamiento a la poesía moderna, ya que el único poemario que he leído es Canto a mi mismo, de Whitman, hace más de cuatro años (toda una vida, en fin, nada de eso es importante). al ser un poemario parecería que no hay una trama o no se cuenta nada en específico, pero en realidad sí lo hace, los poemas están hilados unos con otros, tienen cronología y encajan de una manera increíble. Está dividido en tres fases que cuentan cómo una relación se convierte en tóxica, la forma en la que se termina y, finalmente, el proceso de sanación.

chico monstruo.
Esta primera parte es la que más disfruté. Se habla sobre el inicio de un romance y cómo poco a poco comienzan a saltar las red flags, todo lo que está mal en una relación y lo que nadie debería permitir que le sucediera y que, en muchas ocasiones, permitimos que sigan sucediendo porque damos excusas, creemos que son un hecho aislado y confiamos en que se pueden rectificar las conductas. Y cuando vemos que no es así, que la persona en cuestión es alguien que cumple todas las características para ser un monstruo, ya parece ser tarde para salir de ahí. Simplemente desgarrador.
- Poema favorito: creo que cualquiera de los dos me daría igual, pp 23.

chica monstruo.
Creo que esta parte es de las más difíciles de leer, pues se cuenta la romantización de las conductas tóxicas e incluso se normalizan porque se tiene la autoestima destruida y dejarse vencer resulta más fácil que luchar. Pero nada es para siempre, e incluso cuando este tipo de relaciones terminan, dejan una herida muy honda e incluso las conductas abusivas se vuelven parte de una rutina y, de mala manera, llega a extrañarse. Y si esto fuera una novela estaría retorciéndome del coraje, pero en cada poema podía sentir el vacío de terminar algo y el alivio de salir del infierno.
- Poema favorito: exorcíceme, padre, pp 76.

corazón de sol.
Esta parte es mi menos favorita y no porqué hable del proceso de sanación y quererse a uno mismo, esa parte me parece bellísima y súper necesaria que todos lean porque pone una bendita en la herida y da un besito lleno de amor. Lo que no me gustó fue que justo este proceso de sanación se hace de la mano de un nuevo inicio de romance y, aunque es sano, no fue de todo mi agrado.
- Poema favorito: sé de lo que hablo, pp 124.

No soy crítico, experto en literatura ni mucho menos intelectual, pero quiero comentar un poco sobre la forma en la que está escrito. Tenemos dos tipos de poemas, en prosa y verso libre; en general a mí me gustan los poemas en prosa (que son los que escribía en mi juventud :p) y el verso libre nunca ha sido mi fuerte porque no los entiendo, pero en este poemario ambos tipos de poemas me gustaron y logré conectar con lo que la autora quiso decir. No está de más mencionar todos los temas que trata: relaciones tóxicas, violencia, salud mental, depresión, duelo, y reencontrarse a unx mismx. Claro que considero que deberíamos conocer estos temas gatillo porque no es un poemario para todos, pero sí puede llegar a abrir el diálogo sobre estos temas.

En resumen, Para convertir a las chicas en monstruos, es un poemario con el que es fácil conectar, a pesar de tratar temas duros y complicados, porque desborda sentimientos y no es necesario haber sufrido un trauma de esta magnitud para empatizar con las situaciones.