Que no está muerto lo que yace eternamente, y en los eones venideros hasta la muerte puede morir
|
Que no está muerto lo que yace eternamente, y en los eones venideros hasta la muerte puede morir
|
En realidad, mis temores tenían más que ver con el pasado que con el futuro. Ni siquiera el horror físico de mi situación en aquel angosto pasillo de reptiles muertos y frescos antidiluvianos, a varios metros por debajo del mundo que yo conocía y ante ese otro mundo de luces y brumas espectrales, podía compararse con el miedo que sentía ante la abismal antigüedad del escenario y de su espíritu.
|
El Ser de los ídolos, el verde y viscoso engendro de las estrellas, había despertado para reclamar lo que era suyo. Los astros volvían a ser propicios, y lo que el antiguo culto, aun queriendo, no había podido hacer, lo había conseguido por accidente una banda de inocentes marineros. Tras miles de millones de años, el gran Cthulhu estaba libre de nuevo y rebosante de alegría.
|
Fue un escritor...