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Hace tiempo que tenía ganas de volver a este autor y tengo que decir que este libro me duro 24h. En esta ocasión nos encontramos en la Galicia rural, misteriosa y oscura. Un lugar donde el progreso apenas ha empezado a llegar, anclado en un pasado donde no existía la medicina moderna, pero si la creencia en brujas y curanderas, y en el que mitos, leyendas y tradiciones ancestrales están muy arraigadas. A este escenario, gris y lluvioso, cerca de la aldea de Arufe, en Pontevedra, llega la agente de la Guardia Civil, Raquel Colina, trasladada de Madrid desde el Equipo Central de Inspecciones Oculares para contactar con Ramona Valongo una menciñeira que le asegura puede curar a su hijo Julián enfermo de un cáncer terminal Nada más llegar a la comandancia de Viascon, se encuentra con un crimen en la Porta do Alen, un conjunto megalítico de origen celta, en la cima del monte Seixo conocido por ser un importante punto terulico. Según cuenta la leyenda, esta puerta fue construida en la Edad del Hierro y utilizada como portal funerario. Un umbral que comunicaba el mundo de los vivos con el mundo de los muertos. Además, la menciñeira también desaparece por lo que, aunque la prioridad principal es su hijo, tiene que investigar ambos casos, que siente están relacionados. El autor alterna dos narraciones: una en primera persona cuando es nuestra protagonista la que va narrado los acontecimientos, y otra en tercera persona cuando es otro de los personajes el que lo hace. Los capítulos son cortos y con bastantes giros lo que hace que la lectura sea bastante ágil y mantengas la atención hasta el final. Es una lectura que engancha, en la que poco a poco lo real y lo sobrenatural se van entrelazando hasta confundirse, haciendo dudar a los protagonistas, e incluso al lector, de dónde están los límites ente la cordura y la racionalidad. Según vas avanzando en la lectura parece que en todo momento hay alguien detrás que conoce de antemano los movimientos que van a llevar a cabo, que juega con ellos, sobre todo con la parte emocional de Raquel, una madre que no quiere perder a su hijo y tiene que luchar contra la ansiedad e impotencia al no saber a ciencia cierta a que se está enfrentando. La ambientación es increíble. Una zona rural perdida en los montes gallegos y el clima frio, lluvioso, con una niebla densa que traspasa las páginas y genera una oscuridad y un ambiente opresivo y fantasmagórico que lo envuelve todo. En cuanto a los protagonistas tenemos, para mí, tres principales. Raquel una mujer urbana, totalmente racional y metódica. Se enfrentará a un crimen ritual, que parece repetirse en un patrón, que pondrá a prueba su integridad física y mental. Para resolverlo tendrá que olvidar todo aquello en lo que cree y adentrarse en un mundo desconocido e irracional. Por otro lado, su compañero, Juan Vilanova, un guardia civil algo tímido y retraído que lo que tiene de sobrepeso lo tiene de nobleza, calidad humana y buen corazón.Con su carácter transmite calma y sosiego. Es un personaje que se ganará la simpatía del lector. Y como tercer protagonista indiscutible la propia Galicia, esa tierra llena de tradiciones centenarias, mitología local y demás secretos que se esconde en el paisaje gallego y forma un todo con ese ambiente lúgubre y tormentoso que nos describe el autor. Un thriller con elementos de terror paranormal, lleno de misterio, intriga , tensión y sucesos inexplicables, donde fe y razón luchan en una carrera contra reloj , en esa Galicia olvidada, misteriosa, legendaria y mágica que sin duda te hará pasar un buen rato. |
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