Siempre es un placer leer a Manel. Escribe genial y consigue que te enganches a sus escritos desde el primero momento. El último pasajero no es una excepción, es una gran novela que ya desde su primera página sabes que va a ser especial. He de reconocer que al principio se me ha hecho un poco lenta, me ha costado cogerle el ritmo. Quizá demasiados detalles y no acaba de ver por donde iba a ir dirigida. Pero después ya es un no parar de leer. Los personajes tienen mucho peso y personalidad, de tal manera que no queda nada a la deriva. La temida "Valkirie", pone los pelos de punta de sólo imaginar estar abordo en más de una escena. El final me ha gustado mucho, creo que es perfecto, a pesar de que algún detalle se me hace un poco cogido con pinzas. El efecto paranormal está genial. Recomendado sin duda. |