Blanco inmaculado

Hacía mucho tiempo que le tenía echado el ojo a esta autora, ya que todas las reseñas que he leído sobre sus libros le auguraban un gran futuro dentro de la novela negra española. ¿y qué os puedo decir? Pues así de primeras, que pienso leer todo lo que escriba y todo lo que ha escrito. ¡Qué pluma tiene oiga! Me ha encantado su forma de escribir, como va desgranando la trama, el perfil de cada personaje y lo bien que hila todo a lo largo de la historia. Hasta la portada me ha parecido una elección magnífica.


Además, he de destacar que la pareja de protagonistas es genial: Lur y Maddi. Me encanta como poco a poco se van amoldando la una a la otra con sus reticencias iniciales, sus gestos comedidos al principio, para acabar siendo un pack no indivisible pero sí complementario. Lur con su coraza forjada a lo largo de una vida llena de ausencias, tanta coraza que su cuerpo la ha fabricado una de verdad que apenas le permite moverse. Maddi con esa vida tan “normal” con las preocupaciones por llegar a todo que tiene una madre trabajadora, la lucha por intentar que la desidia y la rutina no aceche su matrimonio y a su vez con esas ganas de sentirse realizada con su trabajo. Noelia te hace sentir de una manera magistral como se siente cada una, sus pequeños éxitos y sus fracasos.


Por otra parte tenemos la trama principal: una adolescente aparece muerta en la casa de una comunidad religiosa calificada como “secta”: los Fritz.


Los Fritz me han recordado a los Amish con algunas costumbres propias, sus normas, sus jerarquías y sus cositas rarunas, su vida al margen de la vida tecnológica actual. Una “familia” distribuida a lo largo de España que subsiste gracias a los ingresos que les proporciona la ropa que fabrican bajo la marca: “Blanco inmaculado”. Sólo os digo que a mitad del libro, me hubiera encantado comprar una prenda solo para sentir su suavidad, su olor característico y su comodidad. Me ha parecido tan real lo que nos cuenta sobre ellos que hasta he buscado en internet para ver si existían de verdad.


Pero más allá de esto que ya es de por sí interesante, la autora da una puntada más añadiendo en la subtrama temas sociales candentes de nuestra actualidad tratados con mucha sensibilidad y cariño.


Sin duda un primer contacto fantástico que desde luego no será el único. Espero además volver a leer más casos de Lur y Maddi, un acierto crear una pareja de protagonistas poco vista en la novela negra.