Almudena Montiel: Huérfana en la posguerra

Una novela costumbrista que refleja los valores, la cultura y la sociedad de la postguerra en España. Toda acción transcurre en un pueblo de Málaga, donde vive Almudena, una niña huérfana a la que su tía deja en tutela con una familia de bien del mismo pueblo. Lo que más me ha gustado ha sido que la autora refleja muy bien la época, cómo era la vida de esos niños que acababan viviendo con familiares lejanos o desconocidos y la comparación entre las familias acomodadas y las que apenas tenían para comer. La protagonista me ha caído fenomenal desde el primer momento, es muy fácil empatizar con ella: obediente, agradecida, ingenua y muy educada. En contrapunto a Adela, la madre adoptiva, que en algunos momentos ha tenido una actitud abusadora frente a Almudena, que no era sino la “chacha” de la casa y otras veces, me ha parecido muy atenta con ella. Me ha parecido muy curioso e injusto el trato y la educación de Adela hacia su hijo y la diferencia palpable respecto al trato de Adela hacia Almudena. Lo que menos me ha gustado es que la novela no tiene grandes giros y, desde mi punto de vista, me ha faltado un poco de acción, de chispa. No se me ha hecho pesada en ningún momento, y suceden cosas todo el tiempo, pero son muy normales: bodas, bailes, visitas desde la capital, noviazgos, la feria o el cine de verano. Sin embargo, la cuarta parte está repleta de acción más intensa y de más suspense. Pese a esa falta de acción, no he pensado en abandonar, además, el estilo de escritura es ameno y los capítulos son cortos, lo que hace la lectura más ágil. Recomendaría la novela a aquellas personas que les guste las novelas costumbristas y que les guste el reflejo de una época.