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La historia tiene lugar en Barcelona y muestra una muy buena ambientación. Las pequeñas, pero concisas descripciones del autor consiguen situar al lector en las mismas calles de la ciudad que recorren los personajes durante la novela. al mismo tiempo, las descripciones que componen el libro se compaginan muy bien con los abundantes diálogos que tienen lugar entre los diferentes sujetos, creando así una narración clara y dinámica. Por último, quiero añadir que, a pesar de utilizar un vocabulario técnico que pertenece al campo de la medicina, el autor añade referencias, así como descripciones con vocabulario más simple para que no haya problemas de comprensión en ningún momento. Desde el principio de la novela el lector entrará en contacto con el protagonista, Nicolás Dalmau, un licenciado en medicina que actualmente forma parte de un equipo de investigación que tiene como objetivo estudiar la molécula p53 para encontrar una cura contra el cáncer. Sin embargo, la vida de Nicolás dará un giro de 180º tras la noticia de un terrible asesinato, y las consecuencias de este suceso provocarán que sea testigo de terribles conspiraciones que planean llevarse a cabo por entidades más poderosas que el propio gobierno del país. La obra de Miquel no solo está llena de suspense y acción, sino de elementos que crean un ambiente más tenso. Por ejemplo, el autor comienza la novela aplicando la técnica “in extrema res” para crear mayor incertidumbre y “aturdir” al lector. La variedad y construcción de los personajes es otro de los puntos fuertes y a destacar: los personajes masculinos como Nicolás y Albert están libres de prejuicios (la pareja de uno de ellos es una chica transexual y el otro utiliza maquillaje) y hay una gran inclusión del colectivo LGBTI+ por parte de tres personajes adicionales (no mencionaré quienes son para evitar spoilers). No obstante, también hay aspectos que no me han terminado de convencer (y es el principal motivo por el que no le he dado la máxima puntuación). Por ejemplo, Nicolás es un personaje que me ha gustado desde el principio de la novela porque es muy emocional, lo que lo hace más humano y realista. Albert, por el contrario, es totalmente lo opuesto. Es un personaje que parece tener experiencia en situaciones críticas (y no estoy hablando de intervenciones quirúrgicas) e intenta anticipar los movimientos del enemigo siempre que puede. Esta actitud la habría entendido si se tratase de un policía, un agente secreto, etc., pero no de un médico. Lo mismo podría decir de algunos personajes femeninos, como Raquel. La primera impresión que me transmitió fue la de una chica bastante asustadiza, pero de la noche a la mañana da un cambio radical y se vuelve mucho más dura. Todo esto lo habría entendido mejor si hubiese alguna evolución o trasfondo en el personaje, pero no de esta manera. Obviando los puntos que he mencionado previamente, la novela me ha encantado. En ella os encontraréis desde persecuciones y desenlaces imprevisibles hasta el lado más oscuro de la mente humana. Enseña valores muy importantes y muestra una realidad que posiblemente, en mayor o menor medida, está teniendo lugar a día de hoy. Además, es un libro que está nominado al Premio Literario de Amazon 2019, así que yo que vosotros no lo pensaba demasiado y le daba una oportunidad, estoy segura de que no os arrepentiréis. |
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