Quizás en Otoño

Pese a ser seres mortales cuando pensamos en la muerte la vemos lejos. Tanto para nosotros como para las personas de nuestro círculo cercano. A medida que los años avanzan puede que algo se acerque, pero sigue estando lejos.
Cuando aún nos sentimos jóvenes pensamos en todo los planes que queremos hacer, nos satisface el ir cumpliendo sueños y observar como vamos obteniendo los gratos resultados que nuestro esfuerzo nos ha costado.
Nunca estamos preparadas para los golpes que nos da la vida. Cuesta asimilar las palabras “Cáncer renal con metástasis pulmonares”. Una jarra de agua fría, la sensación de viajar sin mapa ni brújula.

Es eso lo que Claudia siente cuando a su pareja, a su marido, le dan ese diagnóstico a sus cuarenta años.

Reconozco que cuando llevaba la mitad del libro leído estaba por dejarlo, pero me motivé a seguir, Y me alegro de haberlo hecho. Para mí gusto el libro ha ido ganando puntos e  interés a medida que avanzaba. El bloqueo, la negación inicial de Claudia me exasperaban. Quiera o no, abra o cierre los ojos nada cambiará. No habrá más que sufrimiento. Pero a medida que avanza a lo largo de las páginas llega un momento en el que su cabeza se reordena, las palabras y los actos junto a Mauricio la moldean, y cuando logra la aceptación ella está más liberada. Dentro de la tristeza que ocasiona todo el proceso la vida fluye.

Es interesante disponer de un libro en el que la protagonista es la persona más cercana al enfermo, lo que muchas veces en términos sanitarios denominamos el cuidador principal dado que junto a la persona enferma estos últimos también sufren  y pasan mucho miedo.

Es bonito poder leer las palabras de Mauricio, escucharle como se expresa con Claudia y sentir esa complicidad entre los dos a la hora de que los deseos de Mauricio se puedan cumplir.

 

“Pregúntate cómo quieres vivir, Claudia- me había dicho. Pero yo era incapaz de pensar a largo plazo, porque eso implicaba aceptar el terrible pronóstico de Mauricio. Y, de momento, me resistía a hacerlo-. ¿Arrastrando la sensación de que has dejado cosas por hacer? ¿Sin poder dar marcha atrás para actuar de otra manera? ¿Con la carga de la culpabilidad?”