Volverán las naranjas

Alex es investigadora y, entre las pruebas de un accidente, en el que la causa se supone que fue un despiste del conductor, encuentra un móvil que suena. al mirarlo, se da cuenta de que hay un mensaje sin abrir y, el hecho de leerlo y descubrir que hay 703 más, la hace querer saber que se dice en ellos. La conversación se mantiene entre un número sin nombre y una tal Elisa.

La historia nos la cuenta Alex en primera persona y en pasado pero, sus apariciones son breves, las justas y necesarias como para funcionar como estandarte de la trama. El grueso de la novela la forma la propia transcripción de los mensajes que se irá dividiendo en capítulos según el día en que fueron enviados. En total tenemos 55 capítulos precedidos por lo sucedido hasta que fueron rescatados del móvil, interrumpidos a veces por la presencia de Alex y cerrados con el final de la historia.

La novela tiene pocos personajes y apenas nos aparecen descritos, aunque vamos descubriendo como son según va avanzando la trama.

- Alex: Decidió ser investigadora a pesar a pesar de ser una persona muy sensible. al descubrir el móvil y leer el mensaje, siente curiosidad por entrar en la vida de esos desconocidos que se escriben y saber más.
- Elisa: Es la dueña del móvil que un día recibe un mensaje de un número desconocido, cuyo dueño, se ha equivocado y empieza a mantener una conversación mediante mensajes con la persona que hay al otro lado.
- “618 88 48 25”: Es el número del hombre con el que empieza a hablar Elisa. Un desconocido que, en principio, no le proporciona una identidad pero mantiene con ella conversaciones diarias.

El final de la novela es cerrado y, realmente, no me lo esperaba. La autora ha conseguido sorprenderme y no solamente en este momento.

El libro me ha gustado mucho. Desde que lo empecé fui incapaz de soltarlo hasta terminarlo y es que, de verdad, engancha. Además, como está escrito en forma de mensajes se lee rapidísimo.

Esa dinámica de contar una historia mediante mensajes me ha parecido muy original y me ha sido curioso cómo, en ellos, podías ver perfectamente el estado de ánimo de los personajes o los cambios en su comportamiento según lo que va sucediendo.

Es un libro que me ha hecho disfrutar mucho y que ha terminado pareciéndome demasiado corto.

Además, la edición es muy bonita para mi gusto, con la portada impresa en tonos mate, donde predominan un azul-verdoso y un naranja y, dentro, con dos páginas de color naranja, tanto al principio como al final de la lectura, que presentan la imagen de una naranja en la esquina.

En resumen, un libro bonito y entretenido, que se lee muy rápido y que nos descubre como una historia de amor sí se puede contar en 704 mensajes.

Es un libro muy chiquitito, repleto de mensajes de texto que se intercambian los personajes.
Se lee rápido , pues es ameno. Consta de 55 capítulos cortos.
La trama es peculiar , y el suspense se muestra a medida que vas enfocándote en la lectura , pero creo que cuando ya se descubre quien es la persona con la que habla Elisa pierde fuerza.
Eso si , el final si que no me lo esperaba, ya que por como iba desarrollándose la historia tenia una idea muy segura de lo que sucedía. La autora ha conseguido desconcertarme.
Ha sido una lectura diferente a las que acostumbro , y me ha tenido intrigada.