Potro

🏔Ambientación. Caminar por Bilbao siempre es un lujo pero si además lo hacemos por el Bilbao que me vio crecer, aquel que es gris, marginal, sucio gracias a aquel cielo lleno de polución venido de la industria. Finales de los 80, principios de los 90; esa época en la que la droga estaba a la vuelta de la esquina, en la que era muy difícil escapar de esa telaraña en la que caer era fácil y salir imposible, a no ser que fuera con los pies por delante. Este es el Bilbao que nos presenta Diego, y del que no puedo deciros nada malo porque me cautiva, me atrapa y me mantiene pegada.

🥊 Ismael (nuestro principal) no me ha generado simpatía, tampoco odio pero, si que he conseguido cuadrar de una manera poco común en mí y es que he sido capaz de acompañarle en el camino dejando que él me cuente la historia, sin necesidad de buscar el protagonismo y el sentimiento que acostumbro. No os quiero dar detalles personales de él básicamente porque la novela es muy corta y es mejor entrar a conocerle por vuestra cuenta.

💨 ¿Qué nos vamos a encontrar? Una novela corta con dos partes diferenciadas, en las cuales la crudeza es protagonista. Los ingredientes sobre los que está escrita la novela son: intriga, acción, oscuridad, dureza y valentía. Todo esto unido a una narración ágil, que sin florituras y con golpes de realidad, hace que te mantengas pegado a sus páginas. El uso del idioma que tiene Diego, me es conocido, estoy muy familiarizada con las expresiones y con eso también me lleva a su terreno.

🌊He valorado mucho daros o no más contenido en esta reseña pero a veces menos es más, y en esta ocasión me planto aquí. Solamente le quiero dar las gracias a Diego por su confianza en mi, por enviarme la novela y por llevarme a un Bilbao que ya no existe.