Por qué volvías cada verano

'Y entonces, ¿Por qué volvías cada verano? ¿Te gusta sufrir? ¿Por qué no te quedabas en tu casa?'

Conocí 'Por qué volvías cada verano' gracias a Tamara de @lectoralila; Laura de @lau_lau_mon me tendió puentes para leerlo. Este libro llegó a mí por la sororidad de mi pequeña familia de bookstagram. Ellas me animaron, me acompañaron y me consolaron durante la lectura. También me hicieron reflexionar, me aconsejaron que me quedara aquí, en lo local, porque si me iba lejos solo era porque dolía menos (gracias, Tamara). Lo que cuenta Belén pasa también en España, aunque no queramos verlo, pasa por la calle, pasa en tu grupo de amigas, pasa en tu casa, pasa en la mía...
Belén recuerda y denuncia el abuso sexual que sufrió de parte de su tío desde los 13 hasta los 17 años, mientras revive el juicio interminable en su contra. Comparte la oscuridad que habita en su pecho y abre en canal a sus lectoras, a las que conmina a revisar sus propias experiencias vitales. Lo hace desde la perspectiva de todas las personas que la rodearon mientras ocurrió, dando voz a su madre, a sus primas, a su abogado, a su pediatra; dando voz a todas y todos, menos a él, él ya habló con sus actos. Nada más de lo que yo pueda decir es mejor de lo que ella ya dice, por eso le cedo la palabra:
'Hasta cuando les ponen nombre te cojen. Llamarlos a ellos abusadores es hacerles un favor. Es reducir su locura, su perversión, a una minúscula muestra de negligencia. Es ponerles una etiqueta presentable a psicópatas que no sólo se cojen a pibas por la fuerza o las desvirgan con sus dedos hasta sangrar, sino que también las golpean y les dan masa hasta volverlas polvo'
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