Campanilla olvidó volar

Campanilla olvidó volar logró que me sintiera como hace tiempo no me siento con este tipo de novelas. Despertó mi amor por el romance que habían sepultado un montón de historias, por lo que estoy muy feliz de traerles esta reseña.

Abril es una mujer hermosa de cabello rubio y sonrisa encantadora, madre soltera y, junto con su mejor amiga, emprende un nuevo proyecto como organizadora de bodas.

La historia comienza cuando acaba con la última boda que organiza, donde el mejor amigo del novio trata de seducirla, pero ella, más que dejarse arrastrar por la atracción que este hombre desprende, y conociendo a los de su clase, lo evita, pero si bien Julen no logró más que un beso fugaz antes de que Abril recobrara el sentido, se fue de ahí prometiéndose que no se quedaría con un simple roce de labios.

Más pronto que tarde, ambos se reencuentran.

Julen trata por todos los medios que ella le dé el visto bueno para asaltar su intimidad, pero al descubrir que ella tiene una hija, toda su valentía se le escapa despavorida.

Con esto promete no perseguirla más para que se acueste con él, pero no desaparece de la vida de Abril, sino que su interés por la blonda se ve reemplazado con el de intentar descubrir lo que esta esconde tras la sonrisa radiante que muestra a los demás.

Julen es el representante perfecto de un rompecorazones: un famoso director de cine, guapo (y él lo sabe), arrogante por demás y sabiéndose deseado no tiene reparo en divertirse con una mujer y luego desaparecer.

Él quiere a toda costa descubrir lo que Campanilla guarda en ese cofre del tesoro que es su corazón y exponerlo al mundo en una película.

¿Pero podrá escuchar la historia de Abril y no pagar el precio de saber aquel gran secreto?

Lo que me gusta de este libro es que la autora no apresuró las cosas, no las importantes realmente, como el sexo entre los protagonistas —usandolo muy bien como punto de tensión para la trama—, ciertos personajes y el gran secreto de la protagonista, por supuesto.

Lo único que hizo que esta novela me maravillara es su final, el que me pareció un poco forzado en el sentido de que, con la intención de hacerlo demasiado perfecto, resultó ser muy rebuscado.

Sin duda lo re leería, fue un vaivén de situaciones que logró tenerme invilo durante la lectura, y, aunque sé que no sería lo mismo, al acabarlo, creo que me sentiría tan bien como la primera vez.