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Imaginen un mundo en el que la naturaleza ha sido domesticada por completo. Un futuro en el que las ciudades ya no son estáticas, sino megaestructuras que se desplazan sobre grandes soportes sembrando y cosechando todo aquello que van a consumir. En un ciclo eterno en el que cada aspecto está planificado y ordenado, en el que nada es dejado al azar. ¿Qué ocurría con la descendencia de los marginados? Con todos aquellos que se negaron a vivir en las asépticas urbes y sobreviven de sus sobras. Hoy quiero hablarles de Ciudad nómada, rebaño miseria de Pablo Loperena una novela que nos sorprende desde la primera página. «En cuclillas, observó las altas torres resplandecientes que se alejaban lentamente de ellos y el rebaño miseria que las acompañaba en su viaje sin final». Dividida en cinco partes (que en el libro son llamadas manuales) podemos afirmar que esta es la historia de Salvaje. Una joven que pertenece a uno de los llamados rebaños miseria que acompañan a las ciudades nómadas en su eterno peregrinar. Ese grupo de desdichados que malviven debajo de las megaurbes mientras ellas completan sus ciclos concienzudamente planificados de cosecha y siembra. Personas que se organizan en peligrosas tribus y bandas que, con sus carromatos a biocarburantes (si son afortunados) o con tracción de animales modificados genéticamente, sobreviven de las sobras que desde las alturas les hacen llegar los ciudadanos. En ese caos de mercados ambulantes, carros motorizados y hogares móviles que viven del trueque, Salvaje viaja junto a su hermano menor Misho, luego de perder a su madre. En ese futuro, los muertos que van quedando en el camino se transforman en abono gracias a unos horrores mecánicos llamamos espantapájaros. Inventos que no solo acaban con todo lo que deja tras de sí el paso del rebaño miseria, sino también con cualquier rezagado que se aleje mucho de las ciudades rodantes. «En este planeta casi ya no queda nada que no haya sido transformado por el hombre en un medioambiente perfecto, ordenado y aséptico, nada que sea auténtico». La vida de Salvaje se transformará en una búsqueda constante de venganza cuando la única persona a la que quería proteger le es arrebatada. Así, lo que en la primera parte del libro es un relato completo y cerrado (publicado anteriormente en una antología), se transforma en una misión en la que castigar a los responsables de la muerte de su hermano es el único objetivo. Pero ya desde la segunda parte no nos limitaremos a estar en el rebaño, sino que visitaremos el interior de una de esas relucientes y magníficas ciudades. Desde la perspectiva de Bo y Nat, dos de los flamantes ciudadanos que disfrutan del perfecto mundo rodante, descubriremos que en las urbes nada es lo que parece. Aunque la miseria que sufren los rebaños allí no existe, no todos tienen los mismos derechos. Los ciudadanos también están divididos según su nacimiento y estatus social. Algunos no son más que piezas perfectamente intercambiables, nacidos para que las ciudades se mantengan en perpetuo movimiento. «¿Cuándo superaría la búsqueda de eficiencia de los ciudadanos su compasión por los rebaños miseria? ¿Cuándo decidirían que el impacto aleatorio que causaban sobre las fórmulas no compensaba el abono que producían o la culpa que sentirían por erradicarlos?». Ciudades móviles, un mundo con el clima controlado, pobreza, tribus, injusticias, venganza… Ciudad nómada, rebaño miseria de Pablo Loperena es una novela alucinante. Con un mundo tan complejo y atractivo que con cada nuevo detalle nos sorprende un poco más. Lo que debería ser un futuro utópico porque hemos logrado revertir los peores efectos del cambio climático, la contaminación o la radiación, se convierte en una aterradora distopía donde unos pocos poderosos se benefician del sufrimiento de muchos. Si están buscando una lectura que los sorprenda tanto con su mundo como con sus personajes le tienen que dar una oportunidad. ¿Han leído Ciudad nómada, rebaño miseria? ¿Les llama la atención? Enlace: http://inthenevernever.blogs.. |
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