La mejor manera de averiguar cuál es la decisión que deseas tomar es lanzar una moneda al aire; mientras está volando, te verás anhelando que caiga solo de uno de los dos lados.
|
La mejor manera de averiguar cuál es la decisión que deseas tomar es lanzar una moneda al aire; mientras está volando, te verás anhelando que caiga solo de uno de los dos lados.
|
Deseo que todo pare, que la vida frene, que nos permita quedarnos aquí y ahora hasta que la costumbre acabe con esto que estoy sintiendo.
|
Ser valiente nunca me había parecido tan fácil.
|
Hace tiempo que acepté que la vida jamás cumple las expectativas que nos creamos en la cabeza.
|
Las verdades calladas también son verdades, tienen patas, corazón y aliento. Las verdades que se esconden echan raíces en tu interior y un día florecen tanto que para enterrarlas debes cubrir de tierra demasiado de ti.
|
El amor nos hace perder la perspectiva demasiado rápido, quizá por eso la caída siempre es más dura que ante cualquier otro sentimiento.
|
Porque los detalles importan. Siempre importan.
|
Es el momento de tomar las riendas. De volver a encontrarme. De demostrarme que la vida no solo es para los temerarios, impulsivos y valientes, sino también para los cobardes que lo intentamos, aunque nos cueste un mundo sacar la cabeza de la cueva y nuestros esfuerzos suelan acabar en fracaso.
|
Hay trenes que pasan solo una vez, pero, en ocasiones, llegan dos trenes
|
Nunca está de más dar las gracias a aquellos que nos importan.
|
La edad de la inocencia