La peste escarlata

Nos encontramos en el año 2073 y James Howard Smith, último superviviente de la pandemia de peste escarlata de 2013 (la cual casi destruye por completo a la humanidad) y que tiene cerca de 90 años de edad, cuenta la historia a sus nietos. Cuenta su vida antes de la peste escarlata (denominada así porque al paciente se le pone la piel de color escarlata), y cuenta cómo es testigo del desmoronamiento de la civilización que gobernó el mundo hasta entonces.

Los nietos del señor Smith han crecido en un mundo salvaje, en constante lucha con las adversidades de la naturaleza que vuelve a ser la dueña del mundo, por lo que son unos jóvenes completamente embrutecidos, cazadores-recolectores primitivos, y el protagonista intenta enseñarles el buen camino en base a sus vivencias.

Este es el marco post-apocalíptico que nos propone Jack London en esta novela, la cual me ha entretenido mucho. Me gusta cómo cuenta las cosas el autor, tiene una lectura ágil y sencilla, sin quitarle belleza en absoluto a su estilo.

Me ha llamado muchísimo la atención el poderoso carácter visionario que tuvo London publicando este texto en 1912, teniendo en cuenta las similitudes que guardan muchos aspectos de la peste escarlata con el COVID-19 (por suerte el COVID-19 no ha llegado a la proporción apocalíptica de la peste escarlata).

Después de leer la sinopsis tuve mis dudas de que fuera a gustarme, porque ya estoy cansado de oír hablar de pandemias, epidemias, brotes, contagios... Pero puedo decir que eso no ha sido un impedimento para que me haya gustado y para poder recomendar la novela a todo el mundo.