Una hermosa novela para los que nos gusta el mundo animal. La narración de London es portentosa. Nos pone en la piel de un perro lobo que sufre el maltrato y la dureza del ser humano allá por donde va, convirtiéndolo en todo un depredador acostumbrado al odio y al dolor. Solo necesitará un poco de bondad por parte de una mano, para poder redimirse y sentir lo que es verdaderamente el cariño.Personalmente he sufrido mucho con este libro .
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