Hachiko. El perro que esperaba

Por si alguien no lo sabe, este libro está basado en una bonita y emotiva historia real. Yo ya la conocía pues había visto la película de hace unos años, pero eso no me ha impedido disfrutar del libro muchísimo.

La historia nos narra la vida de Hachiko, un perro akita que llega a casa de los Ueno como regalo para la hija, pero que acabará siendo del padre, el profesor Eisaburo. Entre el profesor y Hachiko se forjará una amistad pura y sincera, y Hachiko irá cada día a esperar al profesor a la estación, fielmente, sin faltar ni un día.

Es difícil hacer esta reseña sin caer en los spoilers, pues es un libro muy corto, que además cuenta con unas preciosas ilustraciones, por lo que explicando un poco la historia, es probable acabar contando de más. Engancha, aunque no de esa forma en la que uno está en completa tensión, sino porque te encariñas con Hachiko y quieres saber que pasará a continuación. Se lee en nada, pues, como digo, es breve.

La trama en si es muy bonita y también emotiva. Poco a poco veremos crecer el vínculo entre el profesor y Hachiko, que acabará siendo muy fuerte, real y sincero, y nos demostrará la alta fidelidad de un perro para con su amo. Y también lloraremos, pues es imposible que no se te escape alguna lágrima durante la lectura, y más sabiendo que está basado en una historia real.

Seguro que muchos de vosotros ya conocéis la historia de Hachiko, el perro fiel que esperaba paciente día tras día en la estación de tren el regreso de dueño, amigo, compañero... Bien a través de la película protagonizada por Richard Gere o a través de la cultura japonesa. Si aún no conoces esta increíble historia, tienes que ponerle remedio a esto pronto.

Este libro esta basado en hechos reales entre los años 1923-1935 en Japón y narra la relación entre el profesor Ueno y el Akita Inu llamado Hachiko. Una relación preciosa y conmovedora. La escritura de Luis Prats es sencilla y ágil, además, se nota que escribió esta novela con mucho cariño, ya que transmite mucha ternura en cada página. La edición en sí es una maravilla, podemos encontrar en su interior varias ilustraciones de Zuzanna Celej... ¿Y que os puedo decir? Son absolutamente preciosas, todas, sin excepción.

Da igual cuantas veces lea o vea esta historia, siempre acabo con lágrimas en los ojos y aún así la recomiendo muchísimo (y más aún a todos aquellos amantes de los animales y a quienes tengan perros). Hachiko te dejará marcado, no es una historia que se olvide fácilmente.

Un libro muy emotivo que muestra hasta qué punto los canes son fieles a sus dueños. Su aire de cuento te traslada al Japón de los años veinte y a la tierna infancia de un cachorro akita. Algún día iré a la Estación de Shibuya, lo prometo solemnemente.

Gran homenaje a una de las mejores amistades que pueden llegar a tener las personas.